Amamantar, cuando es posible, es la mejor opción para el bebé desde el punto de vista de la salud y la nutrición.
La leche de la madre le proporciona al bebé toda la energía y nutrientes que necesita en sus primeros meses de vida, y continúa cubriendo cerca de la mitad de sus necesidades nutricionales durante los siguientes seis meses, según señala la Organización Mundial de la Salud.
Sin embargo –y más allá de una serie de razones personales, médicas o económicas que hacen que una mujer no pueda hacerlo- persisten aún muchos mitos que pueden disuadir a una mujer de intentarlo.
La BBC le pidió a dos expertas que explicaran algunos de los más comunes y detallaran por qué no son ciertos.
Mito 1: Es habitual que dar de mamar duela y que lastime los pezones.
Waitt: Esto es un poco difícil de responder, dado que las molestias iniciales son perfectamente normales y los pezones pueden doler en un principio hasta que se acostumbran.
Sin embargo, la lactancia no debería causar un dolor severo. Eso indicaría que hay más probabilidades de que los pezones se infecten o de que el bebé no se esté agarrando al pecho correctamente.
Cierta molestia puede ser normal, y puede llevar un tiempo acostumbrarse a dar el pecho, especialmente en el caso de las madres primerizas. Si causa demasiado dolor y angustia, es algo que requiere una consulta con el médico, enfermera o partera.
Mito 2: No vas a poder dar de mamar a menos que lo hagas desde el principio
Sutcliffe: Todo lo que aliente a las mujeres a dar el pecho es bueno para la salud en muchos niveles. Cualquier restricción artificial sobre el comportamiento humano que añada límites rígidos, no está basada en la ciencia.
Pero hay muchos beneficios de dar de mamar inmediatamente.
La nutrición es el más obvio. También ayuda al proceso de contracción del útero, que puede ayudar a prevenir o desacelerar el sangrado del útero postnatal.
También, en los primeros días después del nacimiento, el cuerpo humano produce una sustancia específica rica en proteínas llamada calostro. Es una sustancia rica que comienza el camino de la lactancia.
Mito 3: No puedes tomar ninguna medicación durante la lactancia
Waitt: Esa es por lo general la primera pregunta que hace toda madre en cualquier parte del mundo. ¿Es seguro para mi bebé que yo tome mi medicación? La verdad es que muchos fármacos llegan al bebé en niveles muy bajos.
Si un médico te dice que necesitas tomar medicación, pregúntale, pero es muy probable que no haya inconveniente en que lo hagas.
Lo que el bebé necesita, más que nada, es una madre sana. La mayoría de los medicamentos comunes para tratar infecciones, depresión o dolor en general son probablemente seguros.
En cuanto a las drogas que no se deben usar durante la lactancia, son muy pocas. Por lo general son para tratar condiciones médicas específicas y muy graves, como el cáncer.
Hay otras drogas que necesitan ser consideradas cuidadosamente en términos de riesgos y beneficios.
Cualquier mujer a la que receten medicamentos durante la lactancia debe sentirse empoderada como para hacerle preguntas a su médico.
Con las que hay que tener cuidado son con los remedios de venta libre, como por ejemplo los que son para la gripe o el resfrío que contienen descongestivos. Estos pueden reducir el suministro de leche.
Y siempre ten cuidado con los remedios a base de hierbas, ya que nunca sabes exactamente qué tienen, y muchos no han sido adecuadamente estudiados.
Mito 4: Solo debes comer alimentos sin condimentar y evitar las comidas picantes antes de dar el pecho
Waitt: No hay nada que no se pueda comer en la lactancia. Sin embargo, la composición exacta de tu leche se ve afectada por tu dieta.
En algunos casos, una mujer puede notar un patrón. Por ejemplo, yo noté que uno de mis niños, cuando tomaba un jugo cítrico como jugo de naranja, se ponía muy irritable.
Pero no hay nada que pueda ser dañino o médicamente incorrecto y que deba evitarse.