Culiacán, Sin.- Esta semana en la Sala Lumiére del Instituto Sinaloense de Cultura continúa el Ciclo de Cine del actor estadunidense Gene Hackman (1930-2025), que se llevará a cabo hasta el sábado 22 de marzo con cinco más de las mejores películas de este actor fallecido en febrero pasado, como un homenaje póstumo.
El ciclo, iniciado la semana pasada, continúa este martes 18 con El entrenador (1986); el miércoles 19 con Missippi en llamas (1988); el jueves 20 con Los imperdonables (1992), el viernes 21 con Marea roja (1995) y cierra el sábado 22 con Robo fatal (2001).
En El entrenador (Hoosiers), Gene Hackman interpreta a un entrenador de baloncesto lleno de voluntad dispuesto a arrasar con su flamante equipo en este clásico que obtuvo dos nominaciones al Oscar. Después de un accidentado pasado, Norman Dale es contratado para entrenar a un equipo de baloncesto.
Mississippi en llamas (1988) es una película que narra la investigación del FBI sobre la desaparición de tres activistas de los derechos civiles en 1964. La película está basada en hechos reales.
Los imperdonables (Unforgiven), narra cómo, en 1881, dos vaqueros atacan y desfiguran a la prostituta Delilah. Como castigo, el alguacil Little Bill Daggett (Gene Hackman) ordena a los vaqueros que traigan varios caballos como compensación al dueño del burdel. El resto de las prostitutas están indignadas por la decisión del sheriff y ofrecen una recompensa de mil dólares a quien mate a los vaqueros.
En Marea roja (Crimson Tide), Gene Hackman interpreta al impulsivo capitán Frank Ramsey quien, se enfrenta al reflexivo teniente coronel Ron Hunter, cuando el submarino nuclear que dirigen se ve amenazado por un desequilibrado nacionalista ruso que quiere provocar la Tercera Guerra Mundial. Pero, cuando reciben órdenes de lanzar misiles nucleares, Ramsey y Hunter reaccionan de manera muy distinta y acaban enfrentándose por el control de la nave.
Y El robo fatal (Heist) en la que, al jefe de una banda de ladrones de joyerías (Gene Hackman), un mafioso (Danny de Vito) le encarga un gran golpe a una joyería. A pesar de su larga amistad, el mafioso envía a su sobrino para supervisar el plan, que ha sido meticulosamente preparado, y para evitar que alguien se escape con el botín.
