Es un día para reconocer este oficio que ha permitido ser el sustento de miles de familias.
Culiacán, Sinaloa | En el marco del Día de la Santa Cruz, también conocido como el Día del Albañil, reconocemos a las manos que levantan muros, sueños y hogares.
Uno de esos rostros que representa la dignidad de este oficio es el de Manuel Palomares, quien lleva más de 40 años dedicando su vida a la albañilería.
“Empecé porque un contratista me dio chanza de entrar como media cuchara cuando me salí de la escuela, no me gustaba mucho el trabajo, pero pues sacaba para vivir y eso, pero de ahí me fui enseñando y me empezó a gustar, empecé haciendo registros en las casitas de Infonavit de ahí me subieron a pegar, ladrillos, a hacer cosas más grandes, ya me empecé a enseñar bien, pero porque ese amigo me ayudó, cuando yo llegue, me dijo cómprate una cuchara una cinta y te vienes mañana y lo hice y pues así empecé”.
Manuel compartió a Radio Sinaloa que este trabajo no solo le dio sustento, sino la oportunidad de sacar adelante a su familia.
“Me gustaba mi trabajo porque podía ganar más o menos bien, bueno si trabajaba como debe de ser y pues la verdad sacaba para mí, para mis cosas y para traer algo para la familia que tenía, le traía un mandadito a mi jefa, le compraba un hermano que tenía le compraba su ropita de vez en cuando”.
Con el paso del tiempo, Manuel formó su propio hogar. Gracias a su oficio, pudo darles estudios y estabilidad a sus hijos, y mantener a su esposa con el fruto honesto de su esfuerzo.
“Con mi trabajo saqué adelante a mis dos hijos y mi señora, hice mi casita y pues salí adelante gracias a Dios, pues más que nada porque quería sacar adelante mis hijos y mi esposa y tener donde vivir algo bien más o menos y vivir bien, por eso”.
Para él, la albañilería no es solo una ocupación, es una vocación, pues cuenta que se necesita sentido de responsabilidad pero la mayor satisfacción es ver una obra terminada y saber que esa casa se convertirá en el hogar de una familia.
“Es importante porque lo que uno hace lo hace con responsabilidad, pues que queden las cosas bien y así si uno levanta una casa es porque la va a hacer bien para que una familia viva bien ahí”.
A sus más de 50 años, Manuel no piensa dejar el oficio, pues disfruta poder seguir trabajando como albañil.
“Voy a seguir hasta donde Dios me deje porque pues ya porque todavía está mi señora y están mis hijos, todavía si ellos ocupan algo yo tengo que estar ahí para apoyarlos también y pues mi esposa pues no se va a quedar sola yo tengo que ser responsable de ella. Me gusta porque me sacó adelante lo que yo he hecho toda la vida es eso y me sacó adelante y saqué adelante a mis hijos y hasta la fecha, sigo trabajando lo mismo. A todos los albañiles que trabajan les digo que le pongan muchas ganas y que hagan las cosas bien”.
Hoy, como cada 3 de mayo, celebramos y agradecemos a quienes como Manuel Palomares, día a día, construyen con sus manos el futuro de muchas familias.