Por primera ocasión se llevó a cabo el peregrinar del santísimo, la representación del cuerpo y sangre de Cristo.
Culiacán, Sinaloa | Con misa oficiada por el Monseñor Jesús José Herrera Quiñonez, Obispo de la Diócesis de Culiacán, en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, La Lomita, y por vez primera, la mayor de las celebraciones de la grey católica, el Corpus Christi, se desarrolló en esta ciudad con el peregrinar del santísimo y donde se invitó a la población sinaloense a la unidad en la fe y esperanza desde el cuerpo y la sangre de Cristo.
“Esta presencia de Jesús Eucaristía se queda en medio de nosotros, para caminar con nosotros, para que nosotros en esta confianza y en esta esperanza de sabernos alimentados en el camino, podamos acudir siempre a él, y hoy en esta fiesta del Corpus Christi la iglesia nos permite tener esta oportunidad para que como fieles cristianos honremos, veneremos, adoramos a este Jesús pan de vida”
Miles de culiacanenses se dieron cita para compartir este momento que significa confianza y unidad como una gran familia católica ante la situación de inseguridad que prevalece en la entidad, sin perder la esperanza que el bien triunfa sobre el mal.
Con esta procesión realizada por el corazón de la capital sinaloense, y en un cálido ambiente de fiesta entre cantos y adoración se hizo una escala en el polideportivo Juan S. Millán donde se instaló un altar monumental y se tomaron unos minutos para la oración.
“Señor Jesús, tu eres nuestra paz, mira a nuestro estado y a nuestra ciudad dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad, consuela el dolor de quienes sufren, da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan, toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte, dales el don de la conversión, protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes, a nuestros jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades que como discípulos misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz para que en ti nuestro pueblo tenga vida diga, señor Jesús, somos peregrinos de esperanza”.
Confía, ten ánimo espera en el señores la manifestación suprema de amor, registra el Salmo 27, el Corpus Christi demostró este día ser un acto de la fe de Dios a los hombres y los hombres a Dios.