En las primeras horas del miércoles 2 de julio, la sierra de Badiraguato, particularmente en la comunidad de Otatillos, despertó bajo una cortina de neblina y lluvias persistentes. Las precipitaciones, que oscilan entre 50 y 75 milímetros, han comenzado a revitalizar los cauces de agua natural, marcando el inicio de la recuperación del río Badiraguato, que enfrentaba niveles críticos tras meses de sequía.
Según reportes climatológicos, los mayores acumulados se han registrado en zonas montañosas limítrofes con Chihuahua y Durango, mientras que el pronóstico indica continuidad de las lluvias durante los próximos días, con cielo nublado y humedad constante.
Ante este panorama, Protección Civil ha reforzado el monitoreo en áreas vulnerables y emitido recomendaciones para comunidades serranas, debido al riesgo de deslaves y afectaciones en caminos rurales, particularmente en tramos sin pavimentar.
Además de los efectos hídricos, las lluvias han renovado el ánimo de las familias rurales que dependen del agua para consumo y agricultura. En Otatillos, el paisaje verde comienza a resurgir, dejando atrás semanas de tierra seca y abriendo paso a nuevos ciclos productivos.