Este 2 de septiembre, México conmemoró el Día Nacional del Cacao y el Chocolate, una fecha dedicada a reconocer el profundo valor cultural, económico y gastronómico del cacao, fruto originario de Mesoamérica, considerado sagrado por civilizaciones como la maya y la mexica, el cacao no solo fue moneda de intercambio, sino también base de bebidas rituales y símbolo de fertilidad y abundancia. Su transformación en chocolate ha marcado profundamente la identidad culinaria mexicana.
Actualmente, México ocupa el 13º lugar a nivel mundial en producción de cacao. En 2023, se cosecharon aproximadamente 29,047 toneladas en más de 52 mil hectáreas, principalmente en los estados de Tabasco y Chiapas, que juntos aportan más del 99% del volumen nacional.
A pesar de su simbolismo histórico y valor gastronómico, la realidad del sector cacaotero mexicano enfrenta serios desafíos. Se estima que hasta el 80% del cacao utilizado en el país es importado, debido a factores como baja productividad, enfermedades en los cultivos y la migración de jóvenes hacia otros sectores económicos.
El cambio climático ha agravado aún más esta situación. En regiones como Chiapas, la disminución de lluvias y el aumento de las temperaturas han impactado negativamente en los rendimientos y la calidad del grano.
Sin embargo, también hay señales de esperanza. Iniciativas de innovación agrícola, programas de apoyo a pequeños productores y eventos como el Festival del Chocolate Tabasco buscan reactivar la producción y posicionar al cacao mexicano como un producto de alta calidad, con identidad de origen.
En un contexto global donde la demanda por productos más naturales, sostenibles y trazables va en aumento, México tiene una oportunidad única para consolidar su cacao como un referente internacional.
Más que una celebración dulce, el Día Nacional del Cacao y el Chocolate es un llamado a valorar nuestras raíces, a mirar hacia el campo, y a reconocer el trabajo de quienes, día con día, mantienen viva una tradición ancestral.
Con información de Agronoticias