Más de siete meses después del comienzo de la invasión de Ucrania, el gas ruso sigue transitando por Ucrania hacia consumidores en varios países europeos, como Eslovaquia y Moldavia. Sin embargo, la capacidad de los sistemas de conducción está infrautilizada y autoridades y expertos advierten de que existe una alta probabilidad de que Rusia pare totalmente las exportaciones a través de territorio ucraniano. “Rusia puede hacer eso en cualquier momento”, afirma Oleksandr Kharchenko, director del laboratorio de ideas EIR Center y que dice a EFE que Rusia solo utiliza actualmente entre el 25 % y el 30 % de la capacidad de la red.
Según el contrato firmado entre ucranianos y rusos, Rusia está obligada a pagar por la cantidad mínima fija de tránsito de gas (109 millones de metros cúbicos al día), exporte o no esa cantidad. Desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania, el pasado 24 de febrero, los flujos han caído hasta unos 40 millones al día, según el operador ucraniano. Se espera que caigan más todavía después de que Rusia advirtiera esta semana de que solo suministraría aproximadamente el 70% del gas pedido por Moldavia.
Pero el gigante energético ruso Gazprom ha pagado a Naftogaz solo por la cantidad real de gas que exporte a través del sistema ucraniano. Naftogaz considera esto un incumplimiento del contrato y presentó una demanda de arbitraje contra la empresa rusa el 9 de septiembre. Roman Nitsovych, responsable de investigación en el grupo DiXi, consultor en asuntos energéticos, explica a EFE que eso ha provocado una amenaza por parte de Rusia.
Gazprom advirtió de que podría dejar de cumplir con sus obligaciones contractuales, incluidos los pagos, si Rusia aprobara sanciones contra Ucrania como respuesta a la reclamación de arbitraje. La empresa en régimen de monopolio insiste en que Ucrania le exima de la obligación de pagar una cantidad fija tras invocar la fuerza mayor para parar el flujo por una de las dos ramas a principios de este año.
Estación de acceso del gas está ocupada por tropas rusas
Ucrania tomó la decisión el 11 de mayo citando su incapacidad para garantizar la seguridad de las operaciones después de que el punto de acceso del gas en Sokhranovka y la estación de compresores de Novopskov, en la región de Lugansk, fueran ocupados por Rusia. Las autoridades propusieron a Rusia usar otro ramal, entrando por Sudzha, que todavía funciona y tiene una gran capacidad sin usar. Rusia rechazó la oferta. En los primeros ocho meses del año el tránsito del gas ruso por Ucrania casi se ha reducido a la mitad y alcanzó los 15.200 millones de metros cúbicos. Sin embargo según Nitsovych Rusia no tiene prisa en detener el tránsito del gas por varias razones.
En primer lugar, parte del gas todavía va a Hungría, un país que ha expresado sus reservas sobre las sanciones de la Unión Europea contra el sector energético ruso. La mayor parte del gas con destino a Hungría se transporta sin embargo a través del TurkStream, por territorio turco. Nitsovych subrayó también que Rusia usa los envíos de gas como herramienta de presión en sus relaciones con otros países para intentar que estos reduzcan su apoyo a Ucrania.
El primer ministro ucraniano, Denys Shmygal, anunció este martes que el país se está preparando para la decisión rusa de suspender el envío de gas a través de Ucrania. Kharchenko, del EIR Center, explica por su parte que el sistema ucraniano es capaz de operar sin el gas ruso revirtiendo los flujos desde los almacenes de gas situados en el oeste del país hacia el este. Sin embargo, perdería la mayoría de sus ingresos, advierte Nitsovych, quien dice que parte del gas disponible se usaría para operar el sistema en lugar de emplearlo para proporcionar calefacción a la población.
Fuentes oficiales ucranianas han alertado de que las temperaturas bajarán unos cuatro grados en los hogares ucranianos que tengan calefacción central durante este invierno. Existe también el riesgo de que el sistema de transmisión de gas resulte dañado como consecuencia de ataques rusos contra infraestructuras esenciales en el país. Sin embargo, Kharchenko considera que será muy difícil dañar físicamente el sistema ucraniano.
La red solía ser la principal vía del gas ruso hacia Europa antes de que Rusia empezara a construir otras conexiones que evitaban el territorio ucraniano, tales como Nord Stream 1 y 2 y TurkStream.