Luego de 45 días turbulentos como primera ministra de Reino Unido, Liz Truss renunció este jueves como líder del Partido Conservador y anunció que permanecerá al frente del gobierno británico durante unos días más hasta que el país tenga un nuevo primer ministro. Pero eso no quiere decir que se vayan a convocar elecciones generales en el país.
De hecho, Truss no llegó a estar al frente del ejecutivo británico tras una elección popular.
Tampoco lo hizo su antecesor, Boris Johnson, quien llegó al poder en julio de 2019; ni la primera ministra anterior, Theresa May, cuando hizo lo propio en julio de 2016, aunque tanto Johnson como May llamaron a elecciones algún tiempo después de llegar al cargo y ambos las ganaron en sus respectivas convocatorias.
Y es que en Reino Unido no siempre hace falta realizar elecciones nacionales para escoger al gobernante del país.
Esto se debe a que, a diferencia de lo que ocurre en la mayor parte de los países de América Latina, cuenta con un sistema de gobierno parlamentario.
Lo que ocurre es que en los comicios generales los ciudadanos eligen a los 650 miembros de la Cámara de los Comunes y es de allí de donde, luego, emerge el gobierno.
Así, usualmente el primer ministro es el líder del partido que obtuvo mayor número de escaños en el Parlamento, en el entendido de que por sí solo o en coalición logre sumar una mayoría dentro de la Cámara de los Comunes.
En la actualidad, el Partido Conservador goza de una amplia mayoría de 357 parlamentarios por lo que puede escoger un nuevo líder y elevarlo a la posición de primer ministro sin necesidad de buscar apoyos adicionales o de convocar votaciones populares.
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