Las arañas marinas pueden regenerar partes del cuerpo después de una amputación, no solo las extremidades, según un estudio publicado el lunes que puede allanar el camino para futuras investigaciones científicas sobre la regeneración.
«Nadie esperaba esto», dijo Gerhard Scholtz de la Universidad Humboldt en Berlín, autor principal del estudio publicado en la revista científica estadounidense PNAS.
«Fuimos los primeros en demostrar que esto es posible», agregó.
Se sabe que muchos tipos diferentes de artrópodos, como los ciempiés, las arañas y otros insectos, pueden regenerar extremidades después de una pérdida.
«Los cangrejos incluso pueden deshacerse automáticamente de sus extremidades en caso de un ataque», dijo Scholtz, explicando que «la reemplazan por una nueva extremidad».
Lo que los investigadores descubrieron con sus experimentos con las diminutas arañas marinas de ocho patas es que pueden regenerar otras partes del cuerpo además de las extremidades.
Para el estudio, amputaron diferentes extremidades posteriores y cuartos traseros de 23 arañas marinas jóvenes y adultas y observaron los resultados.
No vieron regeneración de partes del cuerpo en las arañas marinas adultas, pero algunas de ellas todavía estaban vivas dos años después.
Los especímenes juveniles, por otro lado, experimentaron una regeneración completa o casi completa de las partes del cuerpo que faltaban, incluido el intestino posterior, el ano, la musculatura y partes de los genitales.
Resultados del estudio
A largo plazo, el 90% de las arañas marinas sobrevivió y 16 ejemplares juveniles se regeneraron posteriormente al menos una vez. Se observó un nuevo crecimiento de la parte posterior en 14 de las arañas jóvenes, mientras que ninguno de los especímenes adultos se regeneró.
Las capacidades regenerativas varían en todo el reino animal. Los gusanos, por ejemplo, pueden regenerar su cuerpo a partir de unas pocas células. Los vertebrados, entre los que están los humanos, prácticamente no tienen capacidad de regeneración, con algunas excepciones, como los lagartos, a los que les puede volver a crecer la cola.
Según Scholtz, estos hallazgos abren nuevas vías para investigaciones en el campo.
«Pueden hacerse pruebas con una gran cantidad de especies diferentes», dijo, lo que podría permitir comparaciones entre los mecanismos de regeneración.
«En última instancia, quizás los mecanismos que descubramos en los artrópodos nos ayuden en tratamientos médicos tras la pérdida de una extremidad, un dedo, en humanos«, dijo Scholtz. «Esta es siempre la esperanza».
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