Rihanna ofreció un espectáculo electrizante y repleto de éxitos en el descanso del partido que ganaron los Kansas City Chiefs sobre los Philadelphia Eagles, un triunfo que les otorgó su segundo título de la Liga Nacional de Fútbol Americano en cuatro temporadas.
Con una audiencia estimada de 190 millones de espectadores, las redes sociales se volvieron locas cuando la cantante reveló la presencia de un invitado especial inesperado.
En una entrevista concedida la semana pasada, se le preguntó a la cantante si habría alguna sorpresa durante su actuación en el State Farm Stadium de Arizona.
“Estoy pensando en traer a alguien”, respondió. “No estoy segura, ya veremos”, contestó la artista que no daba un espectáculo desde el concierto con el que cerró la gira de su último álbum, Anti, en noviembre de 2016.
Naturalmente, los fans supusieron que se refería a uno de los muchos artistas con los que ha colaborado a lo largo de su popular carrera. Llevar de invitado a Jay-Z, Drake o Eminem parecía algo más que probable y acorde con la tradición de los duetos sorpresa en este tipo de espectáculo.
Pero Rihanna no se refería a ninguno de ellos. Aunque nadie se dio cuenta en ese momento, en realidad estaba insinuando que estaba embarazada de su segundo hijo.
Puede que la cantante no estrenara nuevos temas durante su actuación en el Super Bowl del domingo, pero la pancita que lució en su lugar acaparó toda la atención en internet.
Sus grandes éxitos
Enfundada en un mono rojo hecho a medida por Loewe, Rihanna apareció en una de las plataformas flotantes que se elevaban por encima del público, mientras un enjambre de bailarines enérgicos, todos vestidos de blanco, se congregaba debajo.
El público enloqueció cuando la cantante se lanzó de lleno con Better Have My Money, un comienzo un tanto irónico si se tiene en cuenta que no cobra por su actuación en el Super Bowl.
Mientras la cantante, de 34 años, deslumbraba al público desde lo alto, sus bailarines actuaban bajo ella a una velocidad de vértigo, en un alarde de coreografía que mantendrían durante toda la actuación.
La cantante repasó varios de sus éxitos más conocidos, con algunas de sus canciones más bailables y movidas, como Only Girl (In The World) y Where Have You Been.
El espectáculo no faltó en el show, incluso después de que la bajaran al suelo. Se lanzaron fuegos artificiales por encima del estadio cuando la artista cantó la eufórica We Found Love.
Aunque los rumores de que la estrella podría aprovechar la oportunidad para interpretar música nueva no se materializaron, la decisión de recurrir a su extenso catálogo, uno de los más sólidos del pop, supuso un acierto.
La cantante reunió un gran número de éxitos en una apretada actuación de 13 minutos, en la que sólo interpretó la primera estrofa o el estribillo de algunas canciones. Grandes éxitos como Rude Boy se equilibraron con Pour It Up, algo más dura y menos conocida.
Un tanto decepcionante fue el hecho de que eligiera para el show algunas de sus colaboraciones más conocidas, sin que ninguno de sus colaboradores la acompañara en el escenario.
Mientras interpretaba Run This Town, All of the Lights y Wild Thoughts, no aparecieron ni Jay-Z, Ye (antes Kanye West) ni DJ Khaled.
Pero su ausencia no importó. En ese momento, la atención de todos se centró en un invitado especial totalmente diferente y muy visible.
En un primer momento, la confusión se apoderó de las redes sociales cuando los fans se apresuraron a compartir sus teorías sobre la aparente pancita de Rihanna. Muchos señalaron que la cantante es conocida por su positivismo corporal y bien podría haber estado mostrando su figura más curvilínea después de su embarazo anterior.
Aunque la pancita de la estrella estuvo a la vista en todo momento, Rihanna no llamó la atención tan explícitamente como Beyoncé en los MTV VMA de 2011, donde dejó caer su micrófono, se desabrochó la chaqueta y se frotó la panza.
Pero a medida que avanzaba el show de Rihanna el domingo, los espectadores se fueron convenciendo de que estaba embarazada de nuevo, nueve meses después de que ella y su pareja A$AP Rocky dieran la bienvenida a su primer hijo.
Una hora después de que la actuación de Rihanna llegara a su fin, mientras sus fans debatían en qué trimestre podría estar, sus representantes confirmaron oficialmente la buena noticia de la cantante.
Aunque algunos fans admitieron sentirse decepcionados por el posible retraso del esperado noveno álbum de estudio de Rihanna, las reacciones en las redes sociales fueron abrumadoramente de felicidad.
Sin declaraciones políticas
Por lo demás, en el descanso no hubo cambios de vestuario durante la actuación de Rihanna y su banda parecía realmente diminuta en comparación con el número de bailarines.
A diferencia del espectáculo de medio tiempo del año pasado, que vio a Eminem arrodillarse en el escenario, el show de Rihanna fue ligeramente diferente en cuanto a declaraciones políticas, algo que puede sorprender a aquellos que recuerdan por qué la cantante rechazó anteriormente actuar en el Super Bowl.
La cantante confirmó a Vogue en 2019 que había declinado la invitación en solidaridad con Colin Kaepernick, el quarterback que se arrodilló polémicamente durante el himno nacional en protesta contra el racismo y la brutalidad policial. “Simplemente no podía ser una vendida”, dijo entonces.
Cuatro años después, “arrodillarse” es mucho más habitual, sobre todo a la luz de las protestas de Black Lives Matter de 2020, y el hecho de que Rihanna encabezara el Super Bowl es quizá una señal de su aprobación de los progresos de la NFL (Liga Nacional de Fútbol) en los últimos años.
En general, los fans coincidieron en que la espera había merecido la pena, con una lista de canciones que, según había bromeado Rihanna a principios de la semana, había pasado por 39 borradores antes de ser finalizada.
Rihanna incluso tuvo tiempo para promocionar su marca de cosméticos, arreglándose el maquillaje a mitad de la actuación, algo que se convirtió rápidamente en otro de los momentos virales de la noche.
Mientras tanto, las bromas anuales sobre el choque cultural entre los aficionados a la música pop y los aficionados al deporte estaban en pleno apogeo en las redes sociales, e incluso Rihanna las hizo suyas.
Antes del espectáculo, su marca de ropa fabricó camisetas con el lema: “Concierto de Rihanna interrumpido por un partido de fútbol. Raro pero da igual”. La modelo Cara Delevingne fue una de las asistentes que lució una el domingo.
Por primera vez en la historia del Super Bowl, el sobrevuelo militar que inauguró la jornada estuvo a cargo de cuatro mujeres pilotos, quienes hicieron la formación de diamante en honor a las mujeres que han volado en la Marina estadounidense durante los últimos 50 años.
Más temprano, la cantante Shakira, quien cantó en el medio tiempo junto con Jennifer López en la edición de 2020, deseó buena suerte a Rihanna a través de sus redes sociales.
Por las mujeres negras y los migrantes
En una entrevista con Apple TV el jueves, Rihanna contó que no estaba segura de aceptar el desafío de presentarse en el Super Bowl.
“¿Están seguros?”, respondió cuando la llamaron con la propuesta. Consideró que era importante decir que sí para “representar a los inmigrantes, representar a mi país, Barbados, representar a las mujeres negras de todas partes”.
La estrella nacida en Barbados hace 34 años aseguró que el cambio más importante que ha vivido en los últimos años ha sido la maternidad, que la ha vuelto más selectiva con los proyectos que asume porque implican pasar tiempo lejos de su bebé de 10 meses.
“El balance es casi imposible porque sin importar cómo lo mires, trabajar siempre va a ser algo que te va a robar tiempo de estar con tu hijo”, afirmó. “Cuando tomas decisiones sobre a lo que le vas a decir sí, tiene que valer la pena”.
“Cuando te conviertes en mamá, sucede algo que te hace sentir que puedes conquistar el mundo, que puedes hacer cualquier cosa… Por muy aterrador que fuera, porque no he estado en un escenario en siete años, hay algo estimulante”.
“Y es importante para mí hacer esto, este año. Es importante para la representación, es importante que mi hijo vea esto“, afirmó antes del espectáculo.
Su proyecto más reciente en el mundo de la música fue con Marvel, para la película Wakanda Forever.
La revista Forbes estimó su fortuna en los US$1.400 millones en 2022, gracias a sus éxitos musicales y tres empresas dedicadas a la moda y la belleza.
Su verdadero momento revelación ocurrió en 2007 con el sencillo Umbrella, el éxito que grabó con Jay-Z y que llevó a su disco Good Girls Gone Bad a convirtirse en el número 1 de Reino Unido durante 10 semanas.
Además, Rihanna tiene más éxitos en el Top 40 que los Beatles y es la artista que más rápido alcanzó la marca de 1 millón de discos vendidos, conocida como disco de platino, luego de que Samsung firmara un contrato de más de US$25 millones para regalarle el disco a los compradores de sus teléfonos.
Imágenes e información brindadas por https://www.bbc.com/mundo