Culiacán, Sinaloa.- La Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) celebra que en atención a las recomendaciones de los especialistas la Secretaria de Medio Ambiente de la CDMX e instituciones zoológicas miembros de la AZCARM hayan decidido, además de ampliar significativamente el albergue de Ely en el Zoológico de Aragón, trasladar a otra elefanta africana a dicho zoo para que acompañe a Ely y contribuir así con su bienestar y óptimo desarrollo.
En conferencia de prensa, Marina Robles García, titular de la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México, junto con el Director General de Zoológicos y fauna silvestre de la CDMX, Fernando Gual Sill; el Presidente de la AZCARM, Ernesto Zazueta; el Director de vinculación científica de la AZCARM, el Doctor Honoria Causa, Luis Palazuelos; y los directores de Africam Safari, Frank Camacho; y del Centro de Conservación Zoofari Morelos, Marcos Oteiza, dieron a conocer que este mismo año Ely tendrá una acompañante.
“Se trata de Gipsy, una elefanta africana casi de la misma edad que Ely, alrededor de los 40 años. Ella desde hace ocho años está en el Centro de Conservación Zoofari en Morelos, y aunque también pasó muchos años de su vida en un circo no presenta problemas de salud como lamentablemente si los tiene Ely”, precisó Ernesto Zazueta.
Durante su intervención en la conferencia de prensa, el Presidente de la AZCARM confesó estar desconcertado y preocupado por el hecho de que las asociaciones que exigen vehemente que Ely sea trasladada a un santuario en el extranjero, no les interese si el animal está en condiciones de viajar, sus antecedentes clínicos, el estilo de vida que ha tenido y que, ahora, hasta se opongan a lo que ellas mismas habían demandado que es que no estuviera sola.
Recordó que justo hace un año uno de los argumentos más reiterados por las asociaciones para pedir su traslado, era que debido a su especie Loxodonta africana, Ely es un animal muy sociable e inteligente que requería compañía, y que de ninguna manera debía vivir en sola.
Y lamentó que ahora Diana Valencia, directora de Abriendo Jaulas Abriendo Mentes, asegure que traerle compañía a Ely no es la solución, porque quizá no se va a adaptar, y que lo que se requiere es buscarle un hogar donde pueda desenvolverse en un ambientes natural.
En este sentido, Ernesto Zazueta y las autoridades presentes, destacaron una vez más que Ely tiene dos realidades que, aunque nadie puede negar, a las asociaciones animalistas parece no importarles. Número uno es que es un animal que casi toda su vida ha vivido bajo cuidado humano y número dos, es que está enferma. Por ende, no puede ser liberada en un ambiente natural, así como así ni puede viajar miles de kilómetros sin que esto signifique poner su vida en riesgo.
Recordaron que Ely tiene un padecimiento crónico en los carpos, los huesos que forman parte de las patas, todo parece indicar que por una fractura que sufrió en el circo hace muchos años provocándole que la pata este rota, le duela y varias veces incluso la arrastre. Además, padece artritis en las articulaciones de las patas, que es una enfermedad progresiva. Y, por si fuera poco, desde que llegó al Zoo presentaba un serio problema de piel, una fuerte dermatitis.
“Los que tienen padres o hijos enfermos me entenderán muy bien. Y es que qué más quisiéramos todos que ninguna persona y ningún animal tuviera que ser atendido médica o clínicamente las 24 horas del día, que no necesitarán ni de doctores ni de medicamentos, y que pudieran hacer todo lo que se puede hacer cuando existe plena salud: Viajes, correr, comer lo que quieran y no depender de nada ni de nadie”.
“Pero Ely, al igual que una persona enferma, necesita que le den medicamentos, tratamientos y atención especial todos los días. Y, estén o no a favor de la labor de los zoológicos, una de las grandes ventajas de que viva en un zoo, es que aquí tiene esa atención especializada todos los días, una dieta muy particular, pues si sube de peso sus patas no lo soportarían, y está en observación de manera permanente”, señaló Zazueta Zazueta.
El Presidente de la AZCARM puntualizó que justo en octubre del año pasado cuando él junto con varios especialistas también acudieron al Zoológico de Aragón a ver a Ely, la reconocida Bióloga, Etóloga, experta en Condicionamiento Operante, y quien ha trabajado con diversas especies de elefantes aquí y en el extranjero, Dagmar Gerdes, literalmente indicó que era inconveniente y muy desproporcionada la petición de trasladar a Ely a un Santuario en Brasil con otros elefantes.
En primer lugar, porque recalcó que la elefanta necesita esta atención médica diaria y un equipo especializado a su cargo, e indicó que en un Santuario el manejo de los animales es poco propicio para suministrarle medicamentos y todos los tratamientos necesarios, pues pueden estar dispersos y alejarse del cuidado humano que definitivamente ella requiere.
Y, en segundo lugar, porque en el Santuario al que desean trasladarla en Brasil, solo habitan elefantes asiáticos, que enfatizó son una especie totalmente distinta a los elefantes africanos. En este sentido, concluyó que sería mejor buscarle una compañía, un elefante o una elefanta africana, como hoy se está anunciando.
En tanto, Zazueta Zazueta señaló que de acuerdo a la Association of Zoos and Aquariums (AZA) lo ideal sería que los elefantes estuvieran agrupados, pero que la Asociación ha hecho mucho hincapié en que a veces los animales no quieren estar en grupo, y prefieren estar solos o con un solo acompañante porque son elefantes que dese muy pequeños así han vivido, se han acostumbrado a ello y no se les puede cambiar sus hábitos de vida drásticamente, ya que ello comprometería su estabilidad y comportamiento. En este sentido, enfatizó que resulta oportuno y adecuado buscarle una compañía de su misma especie y respetar su proceso de adaptación.
“Gipsy es una elefanta muy sana que pesa 3.5 toneladas, y su traslado al Zoológico de Aragón será este mismo año, solo se tienen que hacer todo en regla y de la mejor forma para ambas elefantas. El viaje no dura más de cuatro horas por lo que no será un viaje complejo para Gipsy. Una vez que llegue al Zoo Aragón entrará en un periodo de impronta y tan pronto como logre adaptarse la van a reunir con Ely, ellas poco a poco se conocerán y se adaptarán una a la otra, ellas decidirán cómo y cuándo tenemos que respetar sus tiempos. Es muy importante señalar que los centros de conservación Zoofari y Africam Safari, miembros de la AZCARM y especialistas en esta especie se encargarán de la logística y traslado. La idea es que el nuevo albergue ampliado sea el hogar de las dos”, detalló Ernesto Zazueta.
Finalmente comentó que la ampliación de 3 mil 500 metros de su albergue, significa que Ely ya contará con más de nueve mil metros para desplazarse. Ahora tendrá un espacio muy extenso que no es de concreto sino de terracería y sustrato blando, con más bebederos y más albercas de lodo tal como lo sugirieron los expertos. Sin duda, será un espacio mucho mejor para su bienestar y desarrollo, que a la vez seguirá permitiendo que los médicos y veterinarios puedan cuidarla, darle sus medicamentos, hacerle sus tratamientos y que ella se resguardarse del sol cuando lo requiera como en estos tiempos de intenso sol que afectan aún más su piel.
“yo, una vez más celebro y agradezco lo que ha hecho y hace el Zoológico Aragón por Ely. Lo que hacen hoy, soportando tantas agresiones, denostaciones y descalificativos, y lo que hicieron hace 10 años, cuando absolutamente nadie ni ninguna asociación animalista dijo ¡nosotros la cuidamos a pesar de su deteriorado estado de salud!
Y lamento mucho que Ely pueda estar siendo usada como un botín político, es una elefanta ejemplo de supervivencia a una ley muy mal hecha, la de circos sin animales. No debemos permitir que los animales sean utilizados para ningún fin de golpeteo político o electorero, la política en este país ya les ha hecho bastante daño con iniciativas y políticas improvisadas que se han formulado partiendo del desconocimiento”, enfatizó Zazueta.
Para concluir dijo que lo que hizo el Zoológico Aragón hace 10 años fue un acto de generosidad, pero también un acto racional, basado en el conocimiento, respeto y amor por los animales. Y la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México recalca que es muy fácil y cómodo para ciertas asociaciones animalistas decir y exigir que se les abran las jaulas a los animales, que se le abra la supuesta jaula a Ely, cuando nadie más le abrió las puertas cuando más lo necesitaba.