CIUDAD DE MÉXICO. Un hombre disfrazado de adulto mayor, que acudió ayer en silla de ruedas a Museo del Louvre, arrojó un pastel al cuadro de La Gioconda, (Mona Lisa) del artista del renacimiento, Leonardo da Vinci.
Sin embargo, la pieza no sufrió daño alguno, debido a que permanece protegida por un cristal blindado.
En videos y fotografías que circularon en redes sociales, se aprecia como el personal de vigilancia del museo limpió el cristal, ante la mirada estupefacta de las decenas de visitantes que se encontraban en el lugar.
Ésta no es la primera vez que la obra de Da Vinci sufre algún ataque, en agosto de 2009, una turista le lanzó una taza de té, la cual se hizo añicos al chocar contra la vitrina que la protege.
En 1974, mientras estaba expuesta en el Museo Nacional de Tokio, una mujer usó un espray de color rojo para atacar al cuadro, pero no llegó a dañarlo.
En 1956 sufrió dos agresiones. En el primero, un hombre lanzó ácido a la obra, dañando su parte inferior, y, al intentar vandalizar obra de Da Vinci finales de aquel año, un pintor boliviano tiró una piedra contra el óleo, provocando una ligera afectación.
Y el 21 de agosto de 1911, la pieza fue robada por Vincenzo Peruggia, un exempleado del museo, quien la retuvo más de dos años, hasta que intentó venderla a la Galerías de los Uffizi de Florencia.