Colombia.- El Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre (CAV) ubicado en Bogotá y reconocido por ser el más grande de su tipo en Latinoamérica cumple dos años de ser inaugurado con el propósito de contrarrestar la grave problemática de tráfico ilegal de especies que ha padecido Colombia durante su historia.
Con amplias y modernas instalaciones construidas en el borde occidental de la capital colombiana, este refugio recibe diariamente entre 70 y 300 ejemplos de diferentes especies animales que son incautados en operativos de tráfico de flora y fauna silvestre en carreteras y puertos del país andino.
Dotado con módulos climatizados, salas de cirugía, laboratorios y una cocina donde se preparan los alimentos de los animales en rehabilitación, el CAV cuenta con una capacidad de atención de 2.000 individuos de mamíferos, reptiles, aves y anfibios, que por su diversidad y colorido ingresan a los mercados ilegales para la tenencia de coleccionistas o personas que los adoptan como mascotas afectando así los ecosistemas y la vida misma de las especies silvestres.
“Tenemos primates que llevan aquí más de veinte años en cautiverio. Por su nivel de impronta y de dependencia de los seres humanos es imposible que sean recuperados, rehabilitados y liberados de nuevo. Nos aseguramos de que los loros, por ejemplo, recuperen el vuelo, que sepan alimentarse, que sepan casar. Estos procesos son largos, son costosos y sobre todo no siempre tienen éxito”, dijo en un comunicado Carolina Urrutia, Secretaria de Ambiente de Bogotá.
Problemáticas vinculadas al tráfico ilegal de animales
Urrutia destacó que junto al tráfico ilegal de especies se desatan otras problemáticas, como la deforestación y la degradación de los ecosistemas generadas por la caza furtiva de animales por parte de quienes lideran este mercado, que se castiga con penas privativas de la libertad de hasta 11 años y multas que pueden superar los 10.000 dólares, dependiendo de su gravedad.
“Se han rescatado alrededor de 15.000 animales, dentro de esos 15.000 animales pues lo que más ingresan son las especies aves, segundo lugar de los reptiles, los anfibios y los invertebrados. Pero digamos que con una cifra representativa las aves”; señaló Carolina Rangel, zootecnista de la Fundación Biodess.
Rangel también destacó la participación de 28 profesionales, entre médicos veterinarios, ingenieros ambientales, biólogos y el personal de apoyo, que se encargan del diario funcionamiento del espacio inaugurado en marzo de 2021.
En el marco de la celebración del Día Mundial de la Vida Silvestre, proclamado en 2013 por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para el 3 de marzo, Rangel recalcó los avances que ha tenido la sociedad colombiana en la concienciación por el cuidado de su diversidad.
Información: NCC
