Producto de su tesis doctoral, Rafael Ayala Aragón a través de su libro “Una moneda no se le da a cualquiera periodo 1750 – 1905”, lleva a un recorrido histórico de la moneda o sistema monetario y sus lugares donde se acuñaron o establecieron en el noroeste mexicano, obra que presentará el 24 de septiembre en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario a las 5:30 de la tarde.
El profesor e investigador de la Facultad de Historia de la Universidad Autónoma de Sinaloa, en su inquietud desde niño por conocer del tema, explicó que su obra lleva tal título, debido a que la corona española y la Casa de Moneda de México en el aquel tiempo no otorgaba tal permiso o concesión a casas foráneas, en este caso particular en el noroeste del país.
“Las investigaciones que realicé, tanto estatales como nacionales, fueron para construir este acontecimiento histórico, encontrando que en 1750 el visitador Rafael Rodríguez Gallardo, enviado por el virrey De Horcasitas a la provincia de Sonora y Sinaloa a elaborar un informe, donde establece por primera vez que en esta provincia debe ser establecida una casa de moneda, iniciando este libro su historia”, compartió.
De los acontecimientos históricos que Ayala Aragón nos permite conocer a través de su obra, es cuando en 1728 ya formado el Estado de Occidente Sonora y Sinaloa, el gobierno local estableció en Álamos la creación de una casa de moneda considerada a nuestros días la cuna de ésta en el noroeste, clausurada por el gobierno federal debido a los motivos establecidos de permiso o concesión.
Transcurriendo un periodo de tiempo hasta 1846, cuando en Sinaloa se tuvo una casa de moneda establecida bajo las leyes y las normas institucionales a 1905, la cual se establecería en el actual correo.
Producto de una serie de visitas a los archivos históricos y de fuentes bibliográficas, las cuales le dieron un norte para elaborar esta obra inédita acerca de la moneda en el noroeste mexicano; del impacto que pueda tener para quienes posean una, señaló, este libro sería conectarse y adentrarse con la historia de cómo esta fue acuñada y puesta en circulación.
A los coleccionistas, dijo, va a permitir tener un conocimiento histórico de la evolución de la moneda y sus emisiones en los estados de Sinaloa y Sonora, ya que al leerlo podrán dar fe de cómo iniciaron las peticiones de las casas de moneda en el noroeste de México.
“Tener una moneda acuñada de la Casa de Moneda de Culiacán es un tesoro, les digo a las personas consérvenla y pásenla de generación en generación, porque es parte de nuestra historia”.