En el Centro Sinaloa de las Artes Centenario del ISIC se realiza el conversatorio Pueblos originarios. La magia y la cruz; danza y llanto
Culiacán, Sinalao | En el segundo día de actividades del Coloquio Sonora-Sinaloa, Afinidades y Diferencias, que se lleva a cabo como parte del Festival Cultural Sinaloa 2024, se realizó el conversatorio Pueblos originarios. La magia y la cruz: danza y llanto, con la participación del danzante de venado Leonardo Yáñez Juárez y el escritor Juan Esmerio Navarro.
En el Centro Sinaloa de las Artes Centenario, el evento inició con la representación de la danza del venado, a cargo del danzante Leonardo Yáñez, acompañado por tres músicos de comunidades originarias del norte de Sinaloa, para celebrar los 200 años de la creación del Estado de Occidente.
A manera de introducción, Juan Esmerio comentó que el objetivo del conversatorio era el mostrar las afinidades de estos dos estados, que son vecinos y que en algún momento de su historia fueron una sola entidad, con la que compartimos no solo una frontera geográfica, sino muchos rasgos de identidad y culturales, como lo es la Danza del Venado, que se baila en las comunidades del sur de Sonora y por supuesto, del norte de Sinaloa.
Al evento que originalmente contaría con la presencia del antropólogo sonorense
Alejandro Aguilar Zéleny, quien no pudo estar presente, su unieron los músicos tradicionales Roberto y Antonio Guadalupe Castro Leyva, así como Jesús Abel López Castro, originarios del Ejido 5 de Mayo, en el norte del estado, quienes en ese sitio han vivido desde sus ancestros, una misma cultura y una rica tradición.
Yáñez compartió que todos los elementos sagrados de la religión Yoreme, como el álamo, el mezquite, y los mitos, fábulas y cuentos de los que se cree que nacieron la música y la danza, esos mitos fundacionales son los mismos de la población yoreme de Sonora.
“La población yoreme yaqui y la población yoreme mayo de Sonora y de Sinaloa son hermanos en la gran mayoría de los aspectos”, señaló.
“Los dos pueblos tienen danza de venado, los dos tienes pascola, tienen coyote, matachines, y aunque la esencia de la música y la danza es la misma, tiene solo pequeñas variaciones, el danzante de Sonora tiene más estatuario su lenguaje corporal, y el del venado yoreme mayo es más dinámica su danza”, comentó Leonardo Yáñez.
En cuanto a la religión, las deidades, la adoración a los santos y al Juya Anya que es el monte, es lo mismo. Todos los cantos del venado están inspirados en la naturaleza, eso no cambia.
Sobre la participación de la mujer en la Danza del Venado, tanto el danzante como los músicos presentes en la mesa, coincidieron en señalar que en la comunidad yoreme han participado muchas jóvenes en la enramada bailando el Venado, pero los músicos, danzantes y mujeres mayores, es algo que no ven bien, que las niñas o mujeres participen, porque se trata de educar y cumplir con roles tradicionales que la cultura de los hombres se ha venido imponiendo.
Como parte de la segunda jornada del Coloquio se realizó además el conversatorio: Imágenes y sucedidos de la revolución mexicana en el noroeste, con la participación de Dra. Diana Perea Romo, Dr. Alfonso Porrúa Cienfuegos, con la conducción de Adalberto García Santana.
Además, Cutberto López, Roberto Corella, Fernando Muñoz y Rosa María Robles hablaron sobre Personajes y narradores de Sonora y Sinaloa, y en la Sala Lumiére del ISIC se proyectó el video documental Una mirada a la plástica del noroeste. Sonora, de Felipe Parra.