El gobierno de Canadá se unió a la solicitud de solución de controversias que hizo Estados Unidos a México bajo el T-MEC por la prohibición de importaciones de maíz transgénico y el uso de glifosato.
Las ministras de Comercio de EUA, Mary Ng, y de Agricultura de Canadá, Marie-Claude Bibeau, emitieron un comunicado conjunto expresando la inquietud de Canadá acerca de las medidas adoptadas por México. Según las funcionarias, estas medidas carecen de respaldo científico y podrían perturbar innecesariamente el comercio en el mercado norteamericano.
“Canadá comparte las preocupaciones de Estados Unidos de que las medidas de México no están respaldadas científicamente y tienen el potencial de interrumpir innecesariamente el comercio en el mercado norteamericano”,Declaración conjunta las ministras de Comercio Internacional y de Agricultura de ese país, Mary Ng y Marie-Claude Bibeau.
“Canadá ha decidido participar como tercero en las consultas de solución de controversias iniciadas por Estados Unidos”, agregó la funcionaria canadiense.
“CUSMA Es un acuerdo basado en reglas y ciencia. Es para preservar este principio que Canadá se une a la resolución de disputas entre Estados Unidos y México sobre el maíz biotecnológico’’, escribió la ministra de agricultura de Canadá, Marie-Claude Bibeau.
¿Qué busca Estados Unidos?
El gobierno de Estados Unidos busca que el gobierno mexicano demuestre con criterios científicos que el consumo de maíz transgénico es dañino para la salud humana.
Acusan que la política mexicana en torno al maíz amarillo y el glifosato está basada en ideología y no en conceptos o pruebas científicas.
El maíz representa un comercio entre ambos países de cerca de los 30 mil millones de dólares.
La postura de México
La Secretaría de Economía reiteró que el uso exclusivo de maíz nativo para la masa y la tortilla no tiene afectación ni interés comercial para Estados Unidos, dado que México produce el doble de maíz blanco del que destina a la tortilla.
La Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) argumenta que ciertas disposiciones del decreto (firmado por México y EUA) afectan las exportaciones de maíz de Estados Unidos a México.
Si bien el decreto plantea que la industria y el sector forrajero transiten de usar maíz genéticamente modificado a maíz no genéticamente modificado, esto no significará restricciones al comercio, como se señala en la solicitud de consultas de USTR.