El violento sismo de magnitud 7,7 que sacudió el centro-norte de Birmania (Myanmar) es el más grave de los ocurridos en el país en este siglo.

También se percibió con intensidad en Bangkok y en la zona, a más de 600 km de distancia, así como en varias ciudades de la provincia china de Yunnan (sur).
El terremoto estuvo seguido por cuatro réplicas, la primera de ellas de intensidad 6,4 y por tres más moderadas de 4,6, 4,6 y 4,5.
La junta militar birmana, que detenta el poder desde el golpe de Estado de 2021, cifró en 200 muertos y 730 heridos las víctimas del sismo, además de severas afectaciones en las infraestructuras y telecomunicaciones.
Además, fuentes sobre el terreno aseguran que el Ejército informó a organizaciones internacionales de otros 39 muertos en el estado de Shan, fronterizo con China.
Fuentes humanitarias locales hablan de edificios y puentes derrumbados y de un monasterio que colapsó y en el que quedaron atrapados 20 niños. Las zonas más afectadas no tienen electricidad.
En la capital de Tailandia, Bangkok, al menos hay 10 personas fallecidas, 16 heridas y más de 100 desaparecidas por el colapso de tres edificios en construcción.
En China, donde el sismo también se notó en una de sus provincias del sur, Yunnan, los daños reportados son menores, con dos heridos leves.
Con información de DW