Los detractores de la ciencia del clima y los partidarios de los combustibles fósiles saben cómo sembrar la duda en torno al cambio climático. Y eso puede frenar la adopción de medidas urgentes.
La desinformación se produce cuando la gente comparte información falsa o presenta de forma selectiva datos sobre las emisiones de combustibles fósiles o del cambio climático sin ofrecer una imagen completa, lo que puede influir en la opinión de los demás sobre el tema.
Un ejemplo es el greenwashing, una forma que tienen las empresas de hacer que sus credenciales medioambientales parezcan más respetuosas con el medio ambiente de lo que realmente son.
No toda la desinformación tiene por qué ser deliberada, ya que también puede deberse a un simple error o a un malentendido sobre un tema complejo.
¿Cómo influye la desinformación en la lucha contra el cambio climático?
Grandes empresas. como Shell, Exxon Mobil y BP, han sido acusadas de desacreditar la ciencia del clima o de ocultar sus continuas inversiones en combustibles fósiles con grupos de presión y anuncios sensibleros desde finales de la década de 1970.
The Empowerment Alliance (TEA), en Estados Unidos, o la Responsible Energy Citizen Coalition, en Europa, por ejemplo, utilizan una táctica del ámbito de la propaganda electoral conocida como astroturfing, es decir, actúan como un movimiento popular espontáneo para apoyar el gas natural derivado de combustibles fósiles y desacreditar las políticas verdes, a menudo con financiación de fuentes poco transparentes.
La desinformación y las mentiras también son publicadas por ciertos medios de comunicación, o promovidas por políticos populistas. Así, cuando en septiembre de 2023 unas inundaciones provocadas por un ciclón causaron más de 40 víctimas mortales en Brasil, los opositores al Gobierno y un destacado periodista achacaron las muertes a la rotura de una presa, en un intento de desviar la atención de los esfuerzos por mitigar los efectos extremos del calentamiento global.
Otras plataformas para la desinformación
Las redes sociales han facilitado aún más la difusión de este tipo de desinformación, sobre todo cuando va unida a teorías conspirativas.
Climate Action Against Disinformation (Acción climática contra la desinformación), una coalición mundial que lucha contra la desinformación climática, descubrió que los tuits negacionistas del clima con hashtags como #ClimateScam habían aumentado en X (antes Twitter), tras la adquisición de la plataforma por Elon Musk.
Por otro lado, la desinformación también se ha infiltrado en la formulación de políticas en los últimos años, sobre todo durante la presidencia estadounidense de Donald Trump, quien criticó repetidamente las energías renovables y desestimó la ciencia del clima, tanto antes como durante su mandato, calificando a menudo el calentamiento global de “engaño”.
Finalmente, Trump retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París
¿Por qué es importante entender la desinformación climática?
La desinformación está llevando a la población a cuestionar los probados datos de la ciencia climática -que confirman que la humanidad ha desencadenado el cambio climático- y a poner en duda las soluciones, socavando el apoyo público a la lucha contra el calentamiento global.
De hecho, en 2022, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático reconoció por primera vez que “la desinformación y la retórica sobre el cambio climático y el menoscabo deliberado de la ciencia han contribuido a generar percepciones erróneas del consenso científico e incertidumbre”.
Por otro lado, cada vez son más los grupos, gobiernos y organizaciones mundiales las que trabajan para denunciar y contrarrestar la desinformación. También lo hacen muchos medios de comunicación, que dedican recursos a informar sobre el clima y a disipar mitos y engaños sobre el medio ambiente.
de 2015, lo que retrasó la acción climática estadounidense -y probablemente mundial- durante años.