El Congreso de Estados Unidos aprobó el jueves una ley para evitar una huelga del transporte ferroviario de mercancías potencialmente catastrófica para la economía nacional.
El texto, adoptado por el Senado tras su aprobación el miércoles en la Cámara baja, impone un acuerdo sectorial a pesar de que no ha obtenido el respaldo de todos los sindicatos del sector.
Ante la perspectiva de una huelga a partir del 9 de diciembre, el presidente Joe Biden, un gran partidario del transporte ferroviario, exigió la aprobación del texto por el Congreso, lo que está facultado a hacer en virtud de una ley de 1926.
El líder demócrata, que nunca pierde la oportunidad de afirmar su apoyo a los sindicatos, consideró demasiado peligrosa la situación, pues una huelga en el sector ferroviario habría reducido la actividad económica del país en 2.000 millones de dólares diarios, según una estimación de la American Railroad Association.
“Trabajando juntos, le hemos ahorrado a este país una catástrofe navideña en nuestras tiendas de comestibles, en nuestros lugares de trabajo y en nuestras comunidades”, dijo Biden en un comunicado tras la votación.
Las consecuencias de un cierre “hubieran sido demasiado grandes”, agregó.
En Estados Unidos, alrededor del 28% de las mercancías se transportan por tren.
Una huelga también habría tenido un impacto significativo en los trenes de pasajeros, pues la mayoría circula por vías propiedad de empresas de transporte de carga.
Al forzar la adopción del convenio colectivo y eludir el diálogo social, el jefe de Estado se expuso a las críticas de los sindicatos y de la mayoría de la izquierda.
“No hay un ejemplo más claro de avaricia corporativa que lo que vemos hoy en la industria ferroviaria”, dijo el senador progresista Bernie Sanders.
Biden se defendió de las críticas en rueda de prensa este jueves, asegurando que había conseguido “negociar un contrato que nadie más podría haber negociado”.
El texto prevé un incremento salarial de 24% en el quinquenio 2020-2024.
La amenaza de huelga se originó en un complejo proceso de negociación, en el que participaron 12 sindicatos y sus empleadores, y en el que Biden había invertido todo su peso político.
Entre los temas que cristalizaron el descontento de numerosos trabajadores del sector destaca el de la licencia por enfermedad, ya que algunas empresas no la prevén.
En un intento por resolver esta disputa, los demócratas presentaron un proyecto de ley complementario que prevé siete días de licencia por enfermedad garantizada al año, pero no obtuvo los 60 votos requeridos en el Senado.
“El abandono del deber y la incapacidad de responsabilizar a las corporaciones por la falta de buena fe hacia sus empleados no se olvidarán”, afirmó uno de los sindicatos en un comunicado.
Sean O’Brien, presidente general del sindicato Teamsters, dijo en un tuit que era “horrible” que no hubiera habido 60 senadores dispuestos a luchar por los derechos básicos de los trabajadores ferroviarios.
“He sido muy claro: seguiré luchando por la cobertura de licencia por enfermedad, no solo para los trabajadores ferroviarios, sino para todos los trabajadores estadounidenses”, prometió el jueves Joe Biden.
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