Los ecosistemas terrestres y los océanos han capturado el 54 % de las emisiones de CO2 en la última década, ayudando así a frenar el calentamiento global, según un informe de WWF. Además en el informe se advierte que la degradación de la naturaleza hace que estemos perdiendo un gran aliado en la lucha climática.
En concreto, los ecosistemas terrestres han absorbido el 31 % de las emisiones de CO2 provocadas por el hombre, mientras que los océanos han capturado el 23 %. Lo anterior, es un «gran coste» para muchos ecosistemas marinos, cuyas aguas se vuelven cada vez más ácidas, según el informe, presentado en la cumbre mundial del clima de la ONU de Egipto, COP27.
El calentamiento global «está causando una alteración peligrosa y generalizada en la naturaleza » y los ecosistemas están siendo «empujados más allá de sus límites», lo que conlleva que «estemos perdiendo a la naturaleza como aliada en la lucha contra el cambio climático.
Según los expertos, a medida que aumentan las actividades humanas contaminantes, la capacidad de la naturaleza para absorber el carbono y ayudarnos a crear resiliencia «se está debilitando».
La única solución: Actuar en favor de la naturaleza.
Por ello, piden que los gobiernos participantes en la COP27 reconozcan el importante papel que pueden desempeñar las soluciones basadas en la naturaleza para la consecución de los objetivos del Acuerdo de París.
«Los últimos datos científicos confirman que la naturaleza actúa como nuestro aliado secreto en la lucha contra el cambio climático, frenando el calentamiento global y protegiendo a la humanidad de impactos mucho más graves«, subraya el informe, que añade que los ecosistemas naturales también ayudan a las comunidades a adaptarse y crear resiliencia ante un mundo que se calienta.
Basado en el trabajo del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el informe de WWF pone de manifiesto la interrelación entre calentamiento y pérdida de biodiversidad y aboga por una mejor integración de la naturaleza en la respuesta global a la crisis climática.
«No podemos detener el cambio climático si nos negamos a descarbonizar rápidamente la economía y permitimos que la crisis de la naturaleza continúe sin cesar», ha advertido el subdirector de Clima y Energía de WWF, Stephen Cornelius.
Proteger y restaurar la naturaleza para limitar el calentamiento a 1,5°C y adaptarnos al cambio climático, es fundamental para salvar vidas y medios de subsistencia, ha subrayado.
Los arrecifes de coral, humedales y manglares proporcionan cierta protección contra las tempestades marinas, mientras que los bosques pueden absorber el exceso de agua de lluvia, evitando las escorrentías, los desprendimientos de tierra y los daños causados por las inundaciones, recuerda el informe.
Sin embargo, los fenómenos meteorológicos extremos, como la sequía, los incendios o las olas de calor marinas, pueden destruir ecosistemas enteros y causar mortalidades masivas.
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