La camiseta del mejor basquetbolista español de la historia será retirada en el partido que enfrentará a los Lakers ante los Memphis Grizzlies, el equipo donde Gasol jugó sus primeras siete temporadas en la NBA.
Desde Memphis, Gasol aterrizó en febrero de 2008 en los Lakers donde fue clave para reactivar a una franquicia decaída y acumuló un fantástico palmarés durante seis temporadas y más de 500 partidos.
Su uniforme oro y púrpura ascenderá el martes a lo alto del Crypto.com Arena al lado de otros 11 mitos de los Lakers, como Wilt Chamberlain, Earvin ‘Magic’ Johnson, Kareem Abdul-Jabbar, Shaquille O’Neal y el propio Bryant.
Con Kobe, con quien tenía una relación de “hermanos”, lo unió una enorme química en la cancha que impulsó a los Lakers hasta tres Finales de la NBA consecutivas pero también un vínculo emocional que hoy se prolonga a través de la estrecha relación del español con la familia del astro fallecido en 2020.
“Estoy intentando asimilarlo poco a poco y digerir y comprender que mi número, mi camiseta, estará ahí arriba con esos grandes jugadores y nombres de la historia de nuestro deporte”, declaró Gasol a la cadena ESPN.
“Y obviamente estar al lado de Kobe, ver su nombre, sigue siendo emotivo. Esos dos factores juntos son un cóctel duro”, reconoció el exjugador, de 42 años.
Prejuicios rotos
Aunque no fue el primer español en llegar a la mejor liga del mundo, Pau Gasol fue el primero en erigirse como una estrella y contribuyó a derribar barreras y estereotipos que rodean a los jugadores europeos.
El propio pívot de Sant Boi (afueras de Barcelona) fue durante largo tiempo catalogado como un jugador blando incluso por otras figuras de la liga.
Gasol, sin embargo, se sobrepuso a los prejuicios desde el momento en que fue elegido en el número tres del Draft de 2001, entonces la posición más alta para un jugador no formado en Estados Unidos.
Con 2,13 metros de altura pero poco más de 100kg, Gasol se fajó con éxito frente a los gigantes de la NBA hasta promediar en su primera temporada 17,6 puntos y 8,9 rebotes por partido, cifras que le brindaron el premio al Novato del Año.
En 2006 disfrutó del primero de sus seis Juegos de las Estrellas (All-Star) y lideró el triunfo de España en el Mundial de Japón, del que fue elegido Jugador Más Valioso (MVP).
Gasol, que no ganó una ronda de playoffs con los Memphis, tenía la asignatura pendiente de competir por el anillo y la oportunidad llegó con su traspaso a los Lakers, donde lo esperaba un frustrado y ansioso Kobe Bryant.
“Salgamos a ganar”
Seis años después de su último título junto a O’Neal, Kobe estaba entonces cansado de reclamar a los Lakers que le trajeran un nuevo socio de altura, al punto de que llegó a solicitar la salida de la franquicia de su vida.
Finalmente los Lakers respondieron con el fichaje de Gasol, en un megatraspaso que incluyó el envío de los derechos de su hermano pequeño Marc a Memphis, y Bryant no tardó en hacerle saber lo que esperaba de él.
Gasol acababa de llegar al hotel de concentración de los Lakers en Washington cuando llamaron a su puerta de madrugada.
“Kobe vino a verme y me dijo: ‘Estoy muy contento de que estés aquí pero ahora salgamos a ganar un campeonato”, recordó. “Desde el principio mandó el mensaje de cómo iba a ser esto y del nivel y la mentalidad que yo debía tener”.
Bajo la dirección de Phil Jackson, Bryant y Gasol se acoplaron rápidamente y en solo cuatro meses estaban jugando en las Finales, en las que cayeron ante sus archirrivales Boston Celtics.
La dolorosa derrota dejó señalados a Bryant, de quien se decía que no volvería a ganar sin O’Neal, y a Gasol, cuya dureza y competitividad estaban de nuevo en duda tras ser superado por el feroz Kevin Garnett.
La redención llegó apenas un año después con el regreso a las Finales y el triunfo claro frente a los Orlando Magic.
En 2010 fue la hora del segundo anillo de Gasol y de la venganza frente a los Celtics de Garnett, a quien avasalló en el séptimo partido firmando unos monumentales 19 puntos y 18 rebotes.
Los Lakers no pudieron mantenerse después en el pedestal y no volvieron a competir por el título durante la etapa de Gasol.
El pívot se marchó en 2008 a los Bulls y después jugó para los Spurs y Bucks antes de retirarse en 2021 en el Barcelona español, el club donde se formó.
La retirada de su número por los Lakers puede ser el primero de otros reconocimientos para el español, finalista para ingresar este año en el Salón de la Fama junto a otros colosos del basquet europeo como Dirk Nowitzki y Tony Parker.
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