Según un equipo de astrónomos que estudia el movimiento de los objetos del Cinturón de Kuiper, es posible que haya un planeta similar a la Tierra aún por descubrir.
Cuando se emprende la búsqueda de exoplanetas (planetas fuera de nuestro sistema solar), no es tarea sencilla, sin embargo, se han descubierto 5.502. Una cifra nada despreciable, teniendo en cuenta que el primero fue descubierto en 1992. Ahora, un equipo de astrónomos planeta la posibilidad de que exista un planeta similar a la Tierra aún por ser descubierto en nuestro sistema solar.
Pero descubrir objetos en nuestro propio sistema solar es un poco más complicado, e implica encontrar a partir de observar el movimiento de otros objetos. Por ejemplo, Neptuno se descubrió después de que el astrónomo y matemático Urbain Le Verrier observara una diferencia entre la órbita observada de Urano y la forma en que la física newtoniana predecía su órbita.
Calculó que la órbita podía explicarse por la influencia gravitatoria de un planeta situado más allá de Urano. Efectivamente, cuando el astrónomo alemán Johann Gottfried Galle comprobó dónde debía estar el planeta según Le Verrier, encontró Neptuno.
Cuando se emprende la búsqueda de exoplanetas (planetas fuera de nuestro sistema solar), no es tarea sencilla, sin embargo, se han descubierto 5.502. Una cifra nada despreciable, teniendo en cuenta que el primero fue descubierto en 1992. Ahora, un equipo de astrónomos planeta la posibilidad de que exista un planeta similar a la Tierra aún por ser descubierto en nuestro sistema solar.
Pero descubrir objetos en nuestro propio sistema solar es un poco más complicado, e implica encontrar a partir de observar el movimiento de otros objetos. Por ejemplo, Neptuno se descubrió después de que el astrónomo y matemático Urbain Le Verrier observara una diferencia entre la órbita observada de Urano y la forma en que la física newtoniana predecía su órbita.
Calculó que la órbita podía explicarse por la influencia gravitatoria de un planeta situado más allá de Urano. Efectivamente, cuando el astrónomo alemán Johann Gottfried Galle comprobó dónde debía estar el planeta según Le Verrier, encontró Neptuno.