En Mé­xi­co apues­tan por la or­de­ña de va­cas con ro­bots es­pe­cia­li­za­dos

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EnIm todo el país sólo hay cinco robots especializados en la ordeña de vacas. Uno de ellos se encuentra en el municipio de León, en el Centro Agropecuario de Experimentación, conocido como Cadels La Estancia y pertenece a la Uni­ver­si­dad de La Sa­lle Ba­jío.

Con este tipo de tecnología se fortalece la factura impulsada en el estado de Guanajuato y además facilita la vida a los productores, ya que también es benéfico para las vacas.

“En Suiza se hace allá y ya cuando está hecho te lo traen. Igual el rancho está diseñado por la misma empresa que te vende el robot para que pueda funcionar de la manera que el robot necesita que funcione. Bueno, es un sistema voluntario de ordeño. En­ton­ces esto quie­re de­cir que las va­cas pue­den en­trar 24 ho­ras al día. 

Las va­cas al po­der en­trar a cual­quier hora, pues ellas tie­nen más bie­nes­tar, tie­nen más sa­lud en la ubre, por­que no solo es­tán or­de­ñan­do, tam­bién se les está lim­pian­do. Y aquí ne­ce­si­tas me­nos co­la­bo­ra­do­res. Cada robot podría tener hasta 65 vacas en ordeño” explicó la doctora An­gé­li­ca Es­ca­mi­lla.

Las vacas para poder ser ordeñadas por este robot, necesitan de una llave en su oreja, que es la que les habilita el acceso, si es que requieren de este proceso.

“El smart key es una puer­ta que es como una plu­ma. Si la vaca tie­ne que en­trar a or­de­ñar, de­pen­de del tiem­po que ten­ga de ha­ber­se or­de­ña­do an­te­rior­men­te, el sis­te­ma lo sabe y se va a abrir para que se vaya la or­de­ña. Si a la vaca no le toca, ella sabe que si no va a la or­de­ña de to­das ma­ne­ras va a sa­lir a co­mer aquí al pe­se­bre. En­ton­ces la puer­ta se va a abrir y va a pa­sar al pe­se­bre. Las va­cas pue­den pa­sar en­tre seis, ocho, diez ve­ces al día por esa puer­ta, ya sea a la or­de­ña o al pe­se­bre”; destacó la doctora Angélica Escamilla.

Con este ro­bot de or­de­ñar tam­bién se ob­tie­ne una me­jo­ra en la ca­li­dad de la le­che, por lo que cuen­tan con una tu­be­ría es­pe­cia­li­za­da para que este pro­duc­to lác­teo ten­ga un buen pro­ce­so.

“No­so­tros te­ne­mos un ter­mo en­fria­dor de le­che que tie­ne ca­pa­ci­dad de seis mil li­tros apro­xi­ma­da­men­te. En­ton­ces la or­de­ña, saca la le­che, se va por una tu­be­ría que se lava cons­tan­te­men­te, esa tu­be­ría que hay en el ter­mo de la le­che, como en cual­quier or­de­ña que tie­nen los ter­mos en­fria­do­res y una vez al día pasa la pipa por la le­che para que vaya fres­ca”, subrayó la doctora An­gé­li­ca Es­ca­mi­lla.

El ro­bot que or­de­ña, ade­más de ser in­no­va­dor, tam­bién es be­né­fi­co para los pro­duc­to­res, so­bre todo para las va­cas, ya que ayu­da a de­tec­tar en­fer­me­da­des.

“Es un sistema de mastitis, es una enfermedad de la ubre. Detecta tres cosas: que no venga sangre, o sea que pueda ser por la enfermedad, que la conductividad, o sea que no se empiece a ver muy densa o el flujo empiece a disminuir, que puede ser por una inflamación o que no empiece a tener patadas como incomodidad de que le está doliendo. 

En reali­dad las va­cas al ser un pro­ce­so fi­sio­ló­gi­co les gus­ta en­trar al or­de­ño por­que va­cían la ubre, pero en esas cues­tio­nes, si em­pie­za a mar­car los in­di­ca­do­res y em­pie­za a ele­var y te man­da la aler­ta para que la re­vi­sen”, contó la doctora Angélica Escamilla.

Cadels La Estancia es el rancho favorito de los estudiantes de La Salle Bajío, porque ahí se sienten libres y quedan asombrados con la tecnología que encuentran en cada proceso de ordeña.