Un representante del templo local Al-Atfal presentó detalles de los apoyos brindados por la organización.
Culiacán, Sinaloa | A través de la asociación “Shriners International”, los nobles del templo Al Atfal se mantienen en coordinación con las instancias de salud en los estados de Baja California Norte y Sur, Sonora y Sinaloa para otorgar atención inmediata a menores entre 0 y 18 años de edad que sufran de casos severos de quemadura.
El noble Dante Ramos, representante de la organización en Culiacán, precisó que algunos de los tratamientos, específicamente los que se realizan a causa de detonaciones de fuegos artificiales, poseen una gran complejidad debido al tipo de herida que se genera.
“En el caso de los cohetes es bien complicado porque se pierden partes. Si es quemadura nada más, ahí si podemos entrar en una atención más directa porque inclusive lo puedo llevar a Estados Unidos al tratamiento. Pero si se llega a perder una parte, lo primero que va a hacer el doctor va a ser tratar de controlar cualquier hemorragia, poner a salvo la vida del niño y ya después, cuando pasa el trauma, ya vamos a poder entrar como Shriners”, declaró.
Ramos detalló que la mayoría de los casos atendidos por la organización son debido a accidentes ocurridos en casa, siendo las heridas más comunes las ocasionadas por líquidos hirviendo como el agua caliente o alimentos, las cuales pueden llegar a convertirse en quemaduras de tercer grado.
La organización contaría con una labor coordinada con el Hospital Pediátrico de Sinaloa, Seguro Social e ISSSTE para que, en caso de presentarse un caso de mayor complejidad o si la familia del menor no puede cubrir los costos del tratamiento, pueden dirigirse a ellos. No obstante, aún si la recuperación física es exitosa, existe un proceso aún más complicado en su recuperación mental.
“Ahorita hay casos en la ciudad que se trataron de manera física pero que han tenido consecuencias psicológicas. Cómo no se si recuerdan el asunto este de allá en Sanalona dónde lamentablemente fallecieron varias personas. Quedó un menor. Él se trató, duró cinco meses y medio con nosotros en Shriners y ahorita está acá y está recuperando su vida pero en esos meses tuvo tratamiento psicológico”, concluyó.