Suman tres generaciones graduadas del taller pedagógico Escuelas de Perdón y Reconciliación (ESPERE)
La Reforma, Sinaloa | Para trabajar en la restauración social de la comunidad, mujeres, hombres y jóvenes de La Reforma, divididos en tres generaciones, concluyeron con éxito el taller pedagógico Escuelas de Perdón y Reconciliación (ESPERE).
En cada una de las ediciones de este curso que tuvo duración de 40 horas, las y los participantes tuvieron la oportunidad de sanar heridas emocionales, transformar la memoria ingrata, generar prácticas restaurativas y recibir herramientas para recuperar la confianza.
Isabel Mendoza Camacho, directora de la asociación civil SUCEDE, consideró que frente a la violencia y sus causas, las ESPERE ayudan quienes han sido receptores de alguna forma de violencia a obtener aprendizajes para el manejo de emociones, además de contribuir a la restauración social, cultural y psíquica de la comunidad donde viven.
Expresó que gracias a la colaboración de ESPERE Sinaloa, que encabeza la Sra. Gaby Pérez, suman ya tres generaciones del taller en La Reforma, el campo pesquero más grande del país que cuenta con distintos indicadores de violencia y problemáticas sociales.
“Las ESPERE fomentan una nueva forma de convivencia desde la paz, el perdón y la reconciliación, estamos apostando a construir una red multiplicadora que trabaje en positivo por La Reforma”, subrayó.
Destacó que para una restauración medioambiental, económica y social, es fundamental la restauración de las personas y atender la violencia cultural que ancestralmente se ha legitimado como forma cotidiana de convivencia.
Cabe destacar que ESPERE es un curso interactivo y lúdico constituido por 11 módulos de trabajos: 6 de perdón, 4 de reconciliación y 1 de enlace. Cada módulo tiene una duración aproximada de 3 horas. Actualmente se desarrolla en 19 países. Durante 15 años de trabajo, las ESPERE han llegado a más de 2 millones de personas en 20 países en los que la metodología ha sido adaptada a diversas poblaciones. Ha recibido diversos reconocimientos entre los que se cuenta el Premio UNESCO de Educación para la Paz en 2006.