Culiacán, Sinaloa.- El 10 de mayo de 2025, el béisbol mexicano perdió a uno de sus rostros más queridos: Antonio “El Tony” Romero, histórico bat boy de los Tomateros de Culiacán. Aunque su labor se realizaba lejos de los reflectores, su presencia era tan esencial como la de cualquier jugador.
Tony no solo preparaba bates, pelotas y uniformes; preparaba el alma de un equipo con su alegría, su entrega y su amor incondicional por el juego.
Durante casi tres décadas, Romero fue pieza clave y silenciosa del dugout. Era más que un compañero de trabajo, era un hermano para muchos peloteros, un símbolo para la afición de Tomateros.
“Se acaba el juego y se meten al Dogout a estar platicando lo que les pasó en el juego, me hacen sentir muy bien ellos, son personas ha de cuenta como una familia”
Era el primero en llegar y el último en irse, su recompensa era estar cerca del diamante, acompañar a sus muchachos como él los llamaba y celebrar cada triunfo como si fuera propio. En realidad, lo era.
“La afición en Culiacán, es lo mejor que hay en todo México, es muy apasionada con su equipo, desde que yo llegué gracias a Dios me han tomado mucho cariño, desde todo tipo de gente, los niños, los adultos, los mayores, y es un honor estar aquí”
Hoy, el cielo tiene un nuevo integrante en su novena eterna. Gracias por tanto, Tony. El béisbol no será igual sin ti, pero nunca dejarás de formar parte del juego.