Danielle, el primer huracán de la temporada ciclónica en la cuenca atlántica, se mantiene “casi estacionario” en aguas abiertas con vientos máximos sostenidos de 75 mph (120 km/h), pero no representa peligro para tierra, informó el viernes (02.09.2022) el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
El territorio más cercano a Danielle es el archipiélago portugués de las islas Azores, de las que dista 895 millas (1.425 kilómetros).
Danielle presenta un “movimiento estacionario”, aunque los meteorólogos pronostican que “gire lentamente hacia el noreste a principios de la próxima semana”.
El NHC, con sede en Miami (Florida) prevé en su boletín más reciente que el sistema se fortalezca algo más durante las próximas 48 horas.
El origen de Danielle está en la depresión Cinco, que se formó el primer día de septiembre, después de un raro agosto libre de tormentas y huracanes, lo que no ocurría desde hace 25 años.
En los tres primeros meses de los seis de la temporada (junio, julio y agosto) se han formado las tormentas tropicales Alex, Bonnie y Colin. Danielle vino a romper la tranquilidad reinante en el Atlántico desde comienzos de julio.
El NHC vigila también dos áreas de baja presión en el Atlántico, una situada al este de las Antillas Menores, en el Caribe, que presenta un 50 % de posibilidades de devenir en una depresión tropical.
Por otro lado, una onda tropical acompañada de una amplia zona de baja presión, ubicada justo en frente de la costa oeste de África, tiene escasas probabilidades (10 %) de llegar a ser una depresión tropical o subtropical.