La propuesta de la Ruta Colonial Transístmica como Patrimonio Mundial de la Unesco se enriquecerá, integrará y pondrá en valor el patrimonio vivo y la identidad de las poblaciones autóctonas y afropanameñas de su alrededor, gestionado todo a través de consultas y políticas públicas.
Para hacer y poder presentar una candidatura a patrimonio mundial es importante la consulta ciudadana, y esa consulta «justamente» es entre los pobladores que viven alrededor de las áreas monumentales y también ambientales, dijo a EFE Emma Gómez, coordinadora general de Patrimonio Cultural Inmaterial del Ministerio de Cultura de Panamá (MiCultura).
«En la consulta – añadió – se va a integrar a ese patrimonio vivo que está alrededor, ese patrimonio tiene que estar involucrado y estuvo involucrado en el proceso. Así que, desde un principio se va a tomar en cuenta a las poblaciones».
Diferentes tipos de población
Son, en ese sentido, según explica Gómez, diferentes tipos de población que están dentro del entorno. Algunos son muy cercanos pues viven dentro de la comunidad, como es el caso de la de Portobelo (Caribe) con los congos y su cultura, los devotos del cristo negro que con todas sus prácticas forman parte del patrimonio inmaterial declarado por Unesco, como el Corpus Christi en la misma zona de Portobelo y parte de la provincia Colón, norte de Panamá.
También están allí «todos los portadores de la gastronomía, tanto de la afrocolonial como la afroantillana que se ha fusionado en esa zona», y alrededor de esos monumentos, sobre todo en Portobelo, «personas que son fundamentales para apropiarse de ese patrimonio en su vida diaria, para reconstruir, hacer las narrativas de su propia historia».
Igualmente están las comunidades de la etnia indígena Emberá en las riberas del río Chagres que desemboca al frente de donde está el Castillo San Lorenzo el Real, que, «si bien no están tan cercanos, es una zona que se va desarrollar turísticamente«.
Esas son las comunidades «que viven en el entorno y que se van a beneficiar muchísimo con esta ruta colonial como parte del patrimonio mundial, al menos en esta estructura que tiene ahora de Ruta Colonial Transístmica».
«Un patrimonio no puede estar aislado (…) tiene que ser un sitio donde se le enseñe a la niñez y a los representantes del patrimonio cómo vivir alrededor de ese monumento, cómo apoyar«, y es a través «de las políticas públicas en las que participen las comunidades, que reciban capacitación, fondos, becas, para que ellos sean los custodios en todas estas zonas, ayudar a integrar a las comunidades».
Candidatura de la Ruta Transístmica
La Ruta Colonial Transístmica de Panamá está formada por una serie de monumentos, sitios y ciudades históricas que incluyen el Sitio Arqueológico de Panamá Viejo y el Distrito Histórico de Panamá (Patrimonio Mundial desde 1997), las Fortificaciones de la Costa Caribe de Panamá: Portobelo y San Lorenzo (en la lista del Patrimonio en Peligro desde 2012), y los caminos coloniales que los unen: el Camino de Cruces y el Camino Real.
El expediente «con la primera etapa» fue entregado en febrero pasado a la Unesco, que este mes de marzo «hizo la primera observación positiva» de que el dossier «está completo», aseguró Gómez, quien señaló que a esa primera fase se le podría estar dando el «fallo» en diciembre de 2024, porque todo el 2023 y parte del 2024 «estará en evaluación».
En julio de 2019 el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco pospuso la inscripción de la propuesta panameña, a la espera de que Panamá entregara una propuesta revisada que cumpliera con una serie de recomendaciones.
El Comité pidió a Panamá una propuesta que justificará el valor universal excepcional de la ruta y que garantice la sostenibilidad financiera a largo plazo para la conservación y la gestión de este conjunto de sitios a través de la asignación adecuada de fondos.
La nominación busca convertir la Ruta en un patrimonio cultural material, según MiCultura.
El país cuenta con patrimonios naturales como el Parque Nacional Darién y el Parque Nacional Coiba, y declaratorias de tipo cultural inmaterial como la del tradicional sombrero «pintao» y las danzas y las expresiones relacionadas a la cultura congo y al Corpus Christi.