Presentaron las obras NOTAS… Para esta cosa que ha perdido el nombre, de Elena Suárez, A grito invisible, de Danya González, y Erosión, de José Ángel Rochín
Culiacán, Sinaloa | Con tres coreografías seleccionadas mediante la convocatoria Muestra Talento Sinaloa 2024, este viernes continuaron las actividades del 37º Festival Internacional de Danza José Limón en el Teatro Pablo de Villavicencio, donde se presentaron las piezas NOTAS… Para esta cosa que ha perdido el nombre, de Elena Suárez (Mazatlán), A grito invisible, de Danya González (Culiacán), y Erosión, de José Ángel Rochín (Mazatlán).
El espectáculo abrió con la coreografía Notas… para esta cosa que ha perdido el nombre, de Elena Suárez, se relata una relación rota entre un padre y su hija y cómo con base en sus recuerdos la hija recuerda a su padre ausente y se confronta con una verdad que al final la conduce al perdón. La pieza es producto de un apoyo del PECDA Sinaloa 2022 en la categoría de Jóvenes Creadores, y es interpretada por Ricardo Montes, que también es autor de la música y toca algunas percusiones en escena, y Elena Suárez.
La segunda pieza se tituló A grito invisible, a cargo de la compañía Articular Danza Contemporánea, de Culiacán, y es una pieza finalista del Premio Culiacán de Coreografía 2022, con premio a la mejor música original y doble mención a mejor intérprete femenina. La coreografía es creada e interpretada por Katia Rivera y Danya González (esta última autora además de la música original).
En la pieza se intenta confrontar lo permanente con lo transitorio a través de dos cuerpos que confluyen en espacios de independencia, aunque unidos en lo esencial.
Cerró -y cerró fuerte- José Ángel Rochín (de Mazatlán), con la pieza Erosión, creada e interpretada por él mismo, y en la cual mediante técnicas de danza contemporánea y de danza urbana como el breakdance o el rap, realiza un viaje hacia su interior en busca del autorreconocimiento, y en el camino va encontrando fracturas, grietas y resurgimientos expresados a través del movimiento. Una pieza en cierta forma espectacular, que te lleva de la oscuridad a la luz, con un buen diseño de iluminación a cargo de Víctor Manuel Ruiz.