Asistentes a la conferencia mundial de SIDA (AIDS 2022), que se llevó a cabo en Montreal, Canadá, alertaron que el mundo está perdiendo la batalla contra esta enfermedad debido a las grandes inequidades en el acceso a testeo, tratamientos y herramientas de prevención. Y América Latina no es la excepción.
El encuentro, que se llevó a cabo del 29 de julio al 2 de agosto, reunió a más de 9 mil 500 asistentes presencialmente y otros 2 mil que estuvieron de manera virtual, además de diversos grupos activistas que interrumpieron algunas sesiones al grito de “nada sobre nosotros sin nosotros”.
Parte de las discusiones se centraron en la inequidad en el acceso a tratamientos, propiciada, en parte, por las compañías farmacéuticas, que ha impedido acabar con las epidemias del SIDA y de COVID-19.
“En Estados Unidos tenemos la mejor infraestructura de investigación y esta se desarrolla on financiamiento público (…), pero cometimos un error crítico: permitimos que las compañías farmacéuticas acapararan su propiedad intelectual, que no la compartieran con el resto del mundo. Y eso creó enormes inequidades globales”, aseguró el economista y premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz.
“Así que la ironía aquí es que las políticas que incrementan las inequidades globales imponen un alto costo, incluso para los países avanzados que aplican esas políticas”, dijo Stiglitz.
Una de las estrategias de prevención de SIDA más exitosas es la PrEP (Profilaxis Pre Exposición), que consiste en la ingesta diaria de una pastilla (Emtricitabina/Tenofovir) para disminuir las posibilidades de adquirir VIH. Se la recomienda a grupos en mayor riesgo, como hombres que tienen sexo con hombres, mujeres transgénero, así como trabajadoras y trabajadores sexuales.
Sin embargo, PrEP todavía no está disponible en la mayoría de países de América Latina y donde sí existe no se distribuye de manera equitativa.
“Aproximadamente 70 por ciento de quienes tienen acceso a PrEP son hombres blancos, gays, de clase media, al menos en Rio de Janeiro”, dijo a SciDev.Net el doctor en salud pública Veriano Terto, vicepresidente de la Associação Brasileira Interdisciplinar de AIDS (ABIA).
“A los hombres que tienen sexo con hombres, que son negros, pobres y a la población trans, que es fuertemente impactada por el VIH, les falta acceso tanto a la información como a los servicios donde se provee PrEP en Brasil”, agregó.
Patrick Sullivan, investigador de la Escuela Rollins de Salud Pública, en Estados Unidos, dijo en la conferencia que el acceso a PrEP no puede hacerse con un enfoque de igualdad, sino con base en la equidad: los que más lo necesitan por tener mayor riesgo de infectarse.
“Si queremos ofrecer acceso a PrEP basados en la igualdad estamos cometiendo un error, porque ese enfoque no toma en cuenta las diferentes comunidades ni sus necesidades (…). Los programas de prevención deben estar guiados por la equidad, que toma en cuenta el uso y necesidad de la población”, explicó.
Otro caso de inequidad que afecta especialmente a América Latina es el del Cabotegravir (CAB-LA), primer tratamiento inyectable que impide la infección del VIH y cuya acción puede durar hasta dos meses, a diferencia de las pastillas PrEP que deben tomarse diariamente.
Durante la conferencia, se anunció que la empresa estadunidense ViiV, fabricante de CAB-LA, logró una licencia voluntaria con el Banco de Patentes de Medicamentos para hacer accesible el Cabotegravir en varios países de bajos ingresos, sin embargo, no se ha hecho público el precio final que tendrá ni si hará una transferencia tecnológica que les permita a los países producir el medicamento.
“En principio es una buena iniciativa, pero excluye a la gran mayoría de América del Sur. A pesar de sus altos grados de desigualdad social, sus graves problemas de salud pública, y sus números preocupantes de SIDA, muchos países de la región no son beneficiarios de esa iniciativa”, dijo Terto.
“Así que tendrán que seguir los precios determinados por la industria farmacéutica y sin competencia de precios en países como Brasil, Argentina, Colombia y México”, agregó.
Desde que esta licencia fue anunciada por ViiV, el director ejecutivo adjunto en funciones de ONUSIDA, Matt Kavanagh, señaló en un comunicado que el acuerdo de licencia debe incluir la transferencia de tecnología para que se produzca pronto en todo el mundo.
“Es urgente que la producción a gran escala comience cuanto antes en África, Asia y América Latina y otras regiones para minimizar la espera de productos asequibles donde más se necesitan”, apuntó.