Gracias a los datos obtenidos en su paso más cercano al Sol, la nave espacial Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA ha encontrado pistas convincentes sobre el origen de los switchback o ‘latigazos’ magnéticos y apunta a cómo su mecanismo de formación podría contribuir a acelerar el viento solar.
Esta sonda ha realizado la primera teledetección o detección remota consistente con uno de estos swithbacks solares, es decir, grandes y repentinas desviaciones del campo magnético del viento solar que hacen que se doble sobre sí mismo.
La nueva observación proporciona una visión completa de la estructura, confirmando que tiene forma de S, como se había predicho. Además, la información obtenida indica que estos campos magnéticos que cambian rápidamente pueden tener su origen cerca de la superficie del Sol.
Aunque varias naves espaciales han volado antes por las regiones donde se observan, los datos in situ solo permiten una medición en un único punto y momento. En consecuencia, la estructura y la forma del cambio de dirección tienen que inferirse a partir de las propiedades del plasma y del campo magnético medidas en ese punto.
Cuando las naves espaciales germano-estadounidenses Helios 1 y 2 volaron cerca del Sol a mediados de la década de 1970, ambas registraron inversiones repentinas del campo magnético del Sol. Estas misteriosas inversiones eran siempre bruscas y temporales, y duraban desde unos segundos hasta varias horas antes de que el campo magnético volviera a su dirección original.
A finales de los años 90, la nave espacial Ulysses estudió también estas estructuras magnéticas a distancias mucho mayores de nuestra estrella. En lugar de un tercio del radio orbital de la Tierra desde el Sol, donde las misiones Helios hicieron su paso más cercano, Ulysses operó principalmente más allá de la órbita de la Tierra.
Su número aumentó drásticamente con la llegada de la sonda Solar Parker de la NASA en 2018. Esto indicó claramente que estos repentinos ‘latigazos’ del campo magnético son más numerosos cerca del Sol, y llevó a sugerir que eran causadas por torceduras en forma de S en el campo magnético.
Este desconcertante comportamiento hizo que el fenómeno recibiera el nombre de switchbacks (curvas en zigzag en inglés, como las de una carretera en un puerto de montaña). Se propusieron varias ideas sobre cómo se podrían formar.