Por primera vez en la historia, una empresa se declara culpable en la justicia de EE.UU. de apoyar al autodenominado grupo Estado Islámico y a otro grupo terrorista.
Se trata de la cementera francesa Lafarge que acordó el martes abonar una multa de US$777,8 millones por los pagos que hizo para mantener una fábrica en funcionamiento en Siria después de que estalló la guerra en 2011.
Los fiscales estadounidenses dijeron nunca una compañía había reconocido en el país su culpabilidad de ayudar a terroristas.
Lafarge dijo que “lamenta profundamente” los hechos y “acepta la responsabilidad de los ejecutivos individuales involucrados”.
El fabricante de cemento, que fue comprado por la suiza Holcim en 2015, dijo que su comportamiento había sido una “violación flagrante” del código de conducta de Lafarge.