spot_img

“Las Mariposas que nunca murieron”: Patria, Minerva y María Teresa Mirabal. Origen del 25N

Fecha:

El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer nació en América Latina, como un grito de memoria y justicia. Fue en 1981, durante el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en Bogotá, cuando se decidió fijar esta fecha en honor a las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, asesinadas brutalmente el 25 de noviembre de 1960 por desafiar la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana.

Su único “delito”: atreverse a luchar por la libertad, levantar la voz, negarse a arrodillarse.
Ese día, con apenas 36, 34 y 26 años, fueron interceptadas al regresar de visitar a sus esposos presos. Las golpearon, las asfixiaron con pañuelos de seda, las remataron a palazos… y arrojaron su auto a un barranco, intentando simular un accidente. Pero nadie creyó la mentira. Su asesinato sacudió a un pueblo entero y sembró la semilla de la rebelión que acabaría con el régimen apenas meses después.

Su muerte no silenció nada.
Las convirtió en símbolo. Las convirtió en historia. Las convirtió en eternas.

Las “Mariposas”, como se hacían llamar dentro del movimiento político, hoy vuelan mucho más alto que cualquier dictador que intentó quebrarlas. Vuelan en cada mujer que alza la voz, en cada protesta, en cada niña que sueña con vivir sin miedo.

Patria, Minerva y María Teresa eran estudiantes universitarias y activistas, mujeres de convicción profunda, que enfrentaron no solo la represión política, sino también el acoso personal y violento de Trujillo. Minerva, en particular, fue perseguida durante años: primero cortejada, luego acosada, finalmente vigilada, encarcelada… hasta que enviaron por ella y sus hermanas para matarlas.

Nada detuvo su espíritu.

El propio testimonio de uno de sus asesinos estremeció al mundo en 1962, al admitir que recibieron órdenes directas de Trujillo y que, de haberlas desobedecido, ellos mismos habrían sido ejecutados. Aun así, ninguno de los responsables cumplió su condena. Pero el legado de las hermanas Mirabal trascendió mucho más que la impunidad del régimen.

Hoy, en República Dominicana, la provincia donde las asesinaron lleva su nombre. Sus restos descansan en un mausoleo que es ya parte del Panteón Nacional. Sus rostros han aparecido en billetes, monumentos, museos, libros y películas. Sus nombres se convirtieron en un himno de resistencia.

Minerva lo dijo alguna vez: “Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte.”

Y así fue.

Dedé, la cuarta hermana, la que sobrevivió, conservó su memoria hasta su muerte en 2014. Gracias a ella, la historia nunca pudo ser borrada.

Hoy, “Las Mariposas” no solo simbolizan una lucha pasada: son un recordatorio vivo de que ninguna violencia puede apagar la fuerza de una mujer que está decidida a cambiar el mundo.

Por ellas, por todas:
Ni una menos. Ni una sola. Nunca más

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas Noticias:

Noticias relacionadas

Tras denuncia ciudadana, el Grupo Interinstitucional resguarda un inmueble en Culiacán

Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, a través de la Policía Estatal Preventiva, en coordinación...

En Culiacán, el Grupo Interinstitucional localiza 28 armas de fuego, 5 granadas de práctica y cargadores, quedando bajo resguardo un domicilio en espera de...

Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, a través de la Policía Estatal Preventiva, en coordinación...

Grupo UNEPREVIF atiende reporte familiar y ubica a mujer con ficha de búsqueda

Mazatlán, Sinaloa.- En atención a un reporte ciudadano relacionado con un caso de violencia familiar, elementos de la...

Persisten obstáculos para participación de mujeres en la economía

La inclusión y participación de las mujeres en la economía de un país es una demanda social y un canal para impulsar...