Culiacán, Sinaloa. – Tomarse un periodo de descanso o vacaciones es considerado una necesidad para el equilibrio emocional, psicológico y físico de las personas, señaló Adilene Guadalupe Madrid Osuna, coordinadora del Centro de Servicios Psicológicos a la Comunidad de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
La especialista enfatizó que salir de la rutina diaria y hacer una pausa en las exigencias del trabajo o del entorno académico es fundamental, ya que permite reducir significativamente el estrés, la ansiedad, mejorar la concentración, la memoria y la calidad del sueño, igualmente regular el sistema hormonal.
“Llega un momento en el que ya nos sentimos como el síndrome del quemado, el Burnout, y ya decimos bueno, pues necesitamos vacaciones y es ahí en donde es el impacto de tener y contar con un periodo vacacional para que estas personas reduzcan, tanto de manera física la tensión que se genera en el cuerpo, esto nos ayuda mucho para tener un bienestar, mejorar la calidad de vida”.
Asimismo, explicó que muchas personas funcionan en “modo automático” debido a la rutina, por lo que recomendó que en el periodo vacacional es fundamental dedicar algunos días para desconectarse completamente de las obligaciones, principalmente aquellas que generan una mayor tensión, para poder generar un descanso óptimo.
“Al sentirnos mejor con nosotros mismos, al sentirnos descansados y sentirnos sin estrés, sin irritabilidad y tener una mayor tolerancia podemos tener una mayor relación con otras personas, tanto con familiares, amigos de trabajo, que a lo mejor pudieran verse afectadas en un entorno donde no hay un periodo vacacional, no hay descanso”.
En el caso de la población infantil, que cuenta con periodos vacacionales más largos, la psicóloga destacó la importancia de mantener horarios de sueño y alimentación, además de limitar el uso de dispositivos electrónicos para que, al momento de regresar a clases, no les sea tan difícil adaptarse de nuevo a la rutina.
Finalmente, Madrid Osuna recomendó aprovechar el tiempo libre para realizar actividades que fomenten y fortalezcan el vínculo familiar y el desarrollo de habilidades, como asistir a talleres de verano, visitar algún sitio de interés para la familia, recordando que el bienestar emocional también se construye desde el descanso y el equilibrio de la vida cotidiana.





