En los últimos 40 años, México ha transitado a un estilo de alimentación diferente, basado cada vez más en alimentos procesados con componentes que aportan a la epidemia de la obesidad y problemas del corazón.
“Si revisan fotos familiares de la primera mitad del siglo XX o cuando se ven documentos históricos de la población de la Ciudad de México uno ve gente mayormente delgada. Ahora probablemente veamos que la mayoría tiene un grado de sobrepeso u obesidad«, comentó el doctor Carlos Sierra Fernández del Instituto Nacional de Cardiología.
Con el objetivo de promover la buena alimentación desde hace unos años, medidas como los etiquetados de productos han sido implementadas por las autoridades de salud, pero aún no es posible medir con precisión los efectos en la población. “Desde mi opinión, yo creo que ha impactado poco. Lo veo en la conducta de mis pacientes. Yo no he visto que mis pacientes estén consumiendo menos productos porque el etiquetado diga que es alto en calorías o en azúcares”, agregó el doctor Sierra Fernández.
Una dieta saludable, el ejercicio cotidiano y el conocimiento de los alimentos saludables son la clave para conseguir una salud óptima a lo largo de la vida. La mejor manera de promover la prevención es inculcarla desde la niñez.
“Si tú educas a tus hijos de una manera, ellos educarán a los suyos y adoptarán medidas permanentes. Si hacen ejercicio y tienen hábitos alimenticios saludables desde pequeños, nunca lo van a dejar de hacer”, expresó el doctor Enrique Gómez de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Cualquier obstrucción en nuestras venas o arterias, pueden ser mortales, cuando nuestros niveles de colesterol son altos e impiden el flujo de sangre a nuestro corazón puede provocar un infarto al miocardio. Por otra parte, el sobreesfuerzo del flujo sanguíneo propiciado por la hipertensión, conduce a un aumento muscular de nuestro corazón, lo que dificulta el oxígeno que necesita.
El doctor Enrique Gómez recomienda que desde la juventud se promueva la revisión de la presión arterial, realizarse exámenes de laboratorio y “hacer el verdadero cuidado de la salud”.