El exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva se confirma como el gran favorito de los brasileños para las presidenciales del 2 de octubre con el 46 % de la intención de voto y una ventaja de 15 puntos sobre el actual gobernante, Jair Bolsonaro, según un sondeo divulgado este lunes (12.09.2022).
La intención de voto en Lula subió del 44 % registrado el 5 de septiembre al 46 % actual, mientras que la del líder ultraderechista se mantuvo en el 31 %, según los datos divulgados por el instituto demoscópico Ipec de Brasil.
Detrás de Lula y Bolsonaro se ubican el laborista Ciro Gomes, el tercer candidato más votado en 2018, cuya intención de voto bajó del 8 % al 7 %, y la senadora Simone Tebet, del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), el más tradicional partido de la centroderecha en el país, que se mantuvo con el 4 %.
De acuerdo con el Ipec, en una eventual segunda vuelta, el exmandatario (2003-2010) aparece con el 53 % de las intenciones de voto, un punto por encima del anterior sondeo, frente al 36 % que mantuvo el líder ultraderechista.
Los nuevos datos señalan que Lula tiene una intención de voto superior a la de todos los demás candidatos juntos, es decir, que tendría más de la mitad de los votos útiles (descontados blancos y nulos), lo que le garantizaría ser elegido sin necesidad de segunda vuelta.
El sondeo, para el que se entrevistaron 2.512 personas entre el 9 y el 12 de septiembre en 158 municipios, con un margen de error de dos puntos porcentuales, con un nivel de confianza del 95 %.
Expresidente suma apoyos
Este mismo lunes, el expresidente brasileño y Marina Silva, una de las ambientalistas más reconocidas del país, sellaron su reconciliación tras más de una década, en un intento por aunar fuerzas para derrotar a Bolsonaro y su “amenaza a la democracia”.
Silva, de 64 años y quien fue candidata presidencial en tres ocasiones, declaró su apoyo político a Lula de cara a las elecciones del 2 de octubre con el fin de vencer la “semilla maléfica del bolsonarismo”.
“Nuestro reencuentro político se da frente a un escenario grave de la vida política. Tenemos la amenaza de las amenazas, una amenaza a nuestra democracia”, afirmó Silva, quien precisó que nunca dejó de tener contacto personal con el expresidente brasileño.