Aunque Marte es comúnmente conocido como el Planeta Rojo, una imagen reciente captada por el róver Perseverance de la NASA parecería poner en duda esta afirmación.
Mientras tanto, en Marte, la luz solar interactúa con partículas de polvo ricas en hierro que dispersan la luz roja durante el día, dándole al cielo de Marte su característico tono rojo. Sin embargo, durante el atardecer, cuando la luz tiene que viajar a través de una mayor distancia, la luz roja se dispersa aún más, pintando el cielo con un tono azul frío.
Estas imágenes de amaneceres y atardeceres en Marte no solo nos muestran la extrañeza del planeta alienígena, sino que también proporcionan a los científicos valiosa información para estudiar la composición atmosférica marciana.
“Los colores se deben a que el polvo, muy fino, tiene el tamaño adecuado para que la luz azul penetre en la atmósfera de forma ligeramente más eficaz”, explicó anteriormente en 2009 el científico atmosférico Mark Lemmon, de la Universidad A&M de Texas (EE.UU.).
“Cuando la luz azul se dispersa por el polvo, permanece más cerca de la dirección del Sol que la luz de otros colores. El resto del cielo es de color amarillo a naranja, ya que la luz amarilla y roja se dispersa por todo el cielo en lugar de ser absorbida o permanecer cerca del Sol”, explicó.