Bajo la pirámide de un templo en la zona arqueológica de Moral-Reforma, en el estado de Tabasco, los investigadores descubrieron cráneos, fragmentos de mandíbula y otras partes óseas de hombres jóvenes en su mayoría, anunció el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
¿Deidad del inframundo maya?
Los arqueólogos suponen que la llamada Estructura 18, donde se hizo el hallazgo, estaba asociada con la muerte o con una deidad del inframundo de la fe maya. Ocho víctimas habían sido decapitadas, según el director del proyecto, Francisco Cuevas. Otras partes del cuerpo habían sido desmembradas y estaban esparcidas.
“De ese número de entierros (13) se contabilizaron ocho individuos que debieron ser decapitados y partes de sus cuerpos desmembradas y colocadas separadas, para consagrar el templo”, explica Francisco Apolinar Cuevas Reyes, coordinador del proyecto Arqueológico, según el comunicado de prensa del INAH.
Los investigadores encontraron dos enterramientos separados, uno encima del otro y a distintas profundidades. Según el INAH, el enterramiento más antiguo databa de entre el 300 a.C. y el 250 d.C. y contenía los restos de doce personas. También se encontraron 567 objetos como collares y vasijas a modo de ofrenda.
El otro enterramiento dataría de entre 600 y 900 d.C. En aquella época, el yacimiento maya del río San Pedro Mártir desempeñaba un papel importante en el intercambio de bienes y cultura entre los pueblos mayas del Petén guatemalteco y los de la costa del Golfo de México.
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