El orador invita a la ciudadanía a asistir a su conferencia “Una Historia para No Repetir”.
Culiacán, Sinaloa |
“Colombia sigue viviendo un legado de violencia sin precedentes en nuestra historia y mi padre fue un triste protagonista de esa violencia”
Señaló el orador y conferencista Juan Sebastián Marroquín, hijo del narcotraficante Pablo Escobar, quién llevó a cabo su conferencia “Una Historia para no Repetir”, en la que compartió un testimonio personal sobre el mal llamado “legado” de su padre.
Marroquín, quién trajo esta charla a Culiacán a través de la Junta de Asistencia Privada en Sinaloa, mencionó haberse presentado en 28 estados de la república a través de la colaboración de organizaciones no gubernamentales para presentar un mensaje de paz.
“Creo que independientemente de las circunstancias de Colombia o de México, ya llevamos un millón de muertos puestos entre nuestros dos países, son naciones hermanas. Pero no porque abusaron de las sustancias si no justamente es por el control del negocio del narcotráfico”, comentó.
Marroquín mencionó que su discurso es dirigido a un público más general, por lo que su mensaje debe ser uno que apele desde jóvenes hasta a padres de familia, aclarando que este se trata de un testimonio realista sobre la historia de violencia que se vivió en Colombia.
El orador señala que su intención es la de presentar un mensaje que invite a la no repetición de la historia y la recuperación de los valores humanos que se han perdido en la guerra contra las drogas, además de abordar de qué manera este tema puede desarrollarse ante el estigma que se tiene en la población sinaloense.
“De hecho vengo de una de las ciudades más estigmatizadas del mundo, también por las mismas circunstancias y situaciones. De hecho veníamos hablando ahora con una persona local de la gran cantidad de cosas que nos unen a Sinaloa y a Medellín, principalmente Culiacán. Hay afinidades como culturales en muchas cuestiones”, aseguró.
Marroquín concluyó en que estas similitudes no solo se limitan a los contextos de violencia en ambas entidades y que sus habitantes presentan una gran amabilidad y solidaridad ante el extranjero, lo cual trasciende a cualquier estigma social.