Después de un rendimiento irregular y de una vida extradeportiva dudosa, el París SG estaba listo a dejar marchar a Neymar este mercado, pero el brasileño ha logrado reivindicarse con un inicio de temporada por todo lo alto.
El giro total de su situación es increíble. Hace menos de un mes, el futuro del internacional con Brasil era incierto en la capital parisina, y los nuevos responsables en el sector deportivo, el director de fútbol Luis Campos y el entrenador Christophe Galtier, deseosos de partir de cero para cerrar del todo la era Pochettino, buscaban la salida del N.10.
Varias lesiones, retrasos en los entrenamientos y un compromiso deportivo mínimo: en el momento en el que el presidente Nasser Al-Khelaifi decretó el final de los excesos, las quejas se acumularon contra Neymar, que parecía acumular en su persona todos los males del club.
Pero desde entonces, el exjugador del Barelona logró ganarse a todo el mundo y nadie se arrepiente ahora de que se quedara en la plantilla parisina.
Si bien su marcha tropezó sobre todo debido a su salario astronómico, estimado en 4 millones de euros mensuales, es en el terreno de juego donde el brasileño ha recuperado crédito ante la directiva del PSG.
Con 10 goles y 7 asistencias en 9 partidos entre todas las competiciones, el atacante de 30 años está levitando, imponiéndose como el parisino más eficaz.
De todas formas, el exprodigio de Santos nunca tuvo en mente abandonar París de manera precipitada, contrariamente a su deseo en 2019. Renovado el pasado año hasta 2025, Neymar activó en dos ocasiones una cláusula que le permite alargar su periplo en París por dos temporadas suplementarias, hasta 2027.
Más allá del aspecto financiero, la perspectiva del Mundial de Catar (20 de noviembre al 18 de diciembre), en teoría su última oportunidad para ganar la sexta corona de la Seleçao, no es ajena a su deseo repentino de estabilidad y a su renacer en el plano deportivo.
Ego despertado
De acuerdo con su club, Neymar retomó los entrenamientos el 5 de julio, una semana antes de la fecha prevista inicialmente. Efectivo, serio y aplicado, ha alineado todas las oportunidades de su lado para estar en plena forma en la cita de Catar.
“Hay una toma de conciencia en relación a la temporada pasada, en la que fue menos efectivo, menos presente”, explica Galtier.
“Tiene objetivos muy altos y evidentemente esta temporada es singular. Ha llegado a punto, en forma, preparado. Pienso que ha trabajado bien antes, y junto con mi ‘staff’ he decidido ponerle en las mejores condiciones para que sea lo más efectivo posible. Si hace un buen inicio de temporada es porque está serio y concentrado en su trabajo. Sabía que era un gran jugador, ahora descubro que es un gran profesional”, añadió.
El ego de la superestrella también ha sido provocado por el peso en aumento de Kylian Mbappé en el PSG. Renovado hasta 2025, el campeón del mundo francés se ha convertido en el buque insignia del club, relegando a Neymar a un rango de lugarteniente. Una afrenta al brasileño, llegado por todo lo alto a París en 2017 desde el FC Barcelona por una suma récord de 220 millones de euros.
La relación entre los dos jugadores se ha vuelto variable, como lo mostró el episodio del ‘penalgate’ cuando Neymar se adelantó a Mbappé para tirar un penal contra el Montpellier (5-2) el 13 de agosto en Ligue 1 antes de dar ‘Like’ en Twitter a mensajes negativos sobre el francés.
Neymar tampoco apreció que Mbappé le olvidara, solo en el segundo palo, en una acción al final del partido contra la Juventus de Turín (2-1) en Liga de Campeones, el 6 de septiembre.
“Siempre hemos tenido una relación basada en el respeto”, estima Mbappé. “A veces ha habido momentos más fríos, otros más calientes. Hay periodos en los que somos los mejores amigos del mundo, otros en los que nos hablamos menos”.
“Cuando tienes a dos jugadores de carácter fuerte, la vida no es lineal, pero se mantiene siempre en el respeto y en el interés del PSG”, aseguró el francés.