El Gobierno de Nicaragua otorgó la nacionalidad nicaragüense a tres nietos del expresidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén (2014-2019), quien es buscado por la Justicia de su país por cargos de supuesta corrupción, según informó este viernes (23.09.2022) el Diario Oficial La Gaceta.
El Ejecutivo sandinista, a través del Ministerio de Gobernación, concedió la nacionalidad nicaragüense por extensión a Celeste Alessandra y a los gemelos Salvador Leonardo y William Manuel, todos Vaquero Sánchez, hijos de Dolores Ivett Sánchez Villalta y William Oswaldo Vaquero León, y nietos del exmandatario salvadoreño. Los padres de los niños fueron nacionalizados nicaragüenses el pasado 7 de abril.
Sánchez Villalta se desempeñó como directora general de desarrollo social de la Cancillería durante el Gobierno de su padre, y Vaquero León -además de ser su yerno- fue asistente personal del exgobernante salvadoreño.
El 30 de julio de 2021, el Gobierno de Nicaragua que preside el sandinista Daniel Ortega otorgó la nacionalidad nicaragüense al expresidente salvadoreño, con lo que no podrá ser extraditado para responder por un caso de corrupción en su país. Sánchez Cerén recibió la nacionalidad nicaragüense junto a su esposa, Rosa Margarita Villalta; su hija, Claudia Lissette Sánchez Villalta, y su nieto Juan Carlos Guardado Sánchez, también relacionado a un caso de corrupción.
En agosto de ese mismo año el Ejecutivo sandinista también nacionalizó nicaragüense a Salvador Antonio Sánchez Villalta, hijo del exmandatario salvadoreño, así como Alejandra Sofía Guardado Sánchez y Carlos Manuel Pacheco Guardado, nieta y bisnieto de Sánchez Cerén, ambos niños.
Sánchez Cerén, de 78 años, profesor y con pasado guerrillero, es el segundo expresidente salvadoreño requerido por delitos de corrupción acogido por Ortega. El primero fue Mauricio Funes (2009-2014), quien llegó a Nicaragua en 2016 y, el 30 de julio de 2019, recibió la nacionalidad en Nicaragua, cuya Constitución, en su artículo 43, establece que “los nicaragüenses no podrán ser objeto de extradición del territorio nacional”.
Tanto Sánchez Cerén como Funes gobernaron El Salvador en representación del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), partido aliado del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de Nicaragua.
Sánchez Cerén y otros nueve exfuncionarios salvadoreños son acusados de corrupción por supuestamente recibir pagos irregulares en la Administración de Funes. De acuerdo con la acusación de la Fiscalía General de la República, Sánchez Cerén habría recibido 530.000 dólares cuando se desempeñaba como vicepresidente de Funes, durante el primer Gobierno del FMLN, ahora partido de oposición en El Salvador.
Los cargos que enfrenta Sánchez Cerén en los tribunales son enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, por los que un tribunal ordenó recientemente su captura internacional. El caso contra Sánchez Cerén se desprende de una investigación contra Funes por la supuesta malversación de 351 millones de dólares del presupuesto estatal, por lo que el experiodista también es requerido por la Justicia salvadoreña.