Después de seis meses desde que el centrocampista francés, Paúl Pogba, diera positivo en el control de antidoping, la Fiscalía de Antidopaje de Italia sancionó al jugador a cuatro años, lo que puede comprometer la continuidad de su carrera.
Por su parte, Pogba decidió apelar a esta sentencia ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS). “Nunca he tomado de manera consciente o deliberada” productos dopantes, señaló el jugador en Instagram.
Pero, a los 30 años, no es seguro que el jugador, con contrato con la Juventus de Turín hasta junio de 2026 y que atraviesa desde hace varios meses un periodo muy complicado, pueda reponerse de esta sentencia.
¿Qué sucedió antes de la sentencia?
Pogba fue suspendido provisionalmente desde el 11 de septiembre tras un control positivo en agosto de 2023, después de un partido entre Udinese y Juventus de la primera jornada del campeonato italiano, en el que no participó Pogba.
El jugador pidió una nuevo test, que confirmó menos de un mes más tarde la presencia de metabolitos de testosterona. Para explicar este resultado, el entorno del jugador declaró que los metabolitos de testosterona provenían de un complemento alimenticio prescrito por un médico al que el jugador consultó en Estados Unidos.
La testosterona, hormona de la fertilidad y sexualidad masculina, favorece el desarrollo muscular.
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