La directora, Camilla Brett, considera que la puesta en escena tiene una fuerza que conduce a la conversación.
Regina Blandón llega a los tribunales en la piel de Tessa, una exitosa abogada que defiende casos de agresión sexual, hasta que una situación la obliga a confrontar el sistema legal al que ha dedicado su vida.
“Es un texto que atraviesa muchas cosas como mujeres y para las víctimas de agresión sexual. Una de cada tres mujeres es agredida sexualmente, y yo creo que más”, comparte la artista.
Se trata de la puesta en escena de Prima facie, cuyo personaje ha dado la vuelta al mundo y a Blandón le ha significado un desafío de asimilación.
“Fuera de la memoria y de que sí sea un reto y el sueño de cualquier actriz, anímicamente y en nuestra cabeza y en el cuerpo se siente, se ha sentido poderoso”.
Prima facie es una locución latina que significa “primera impresión”. En el ámbito jurídico, implica que debe haber suficientes pruebas para sustentar un reclamo, un argumento por el que se han definido muchas sentencias.
La directora de la puesta en escena con Blandón, Camilla Brett, comparte su enfoque:
“De repente lo dice la obra, la víctima recuerda perfectamente al perpetrador y el acto y el hecho, pero los detalles periféricos no tanto”.
“Entonces, deja de tomar esa consistencia como prueba máxima de credibilidad ante algo que es muy duro”.
Es un mensaje para el que no importa el formato o si se enuncia en inglés, japonés, español o turco, comparte Brett, porque se repite la misma historia.
“Y gracias a Suzie (Miller), la dramaturga, ya han cambiado algunas leyes en Australia por la fuerza de la conversación después de esta obra”.
Prima facie se presenta de viernes a domingo en el Teatro Milán, con temporada hasta el 20 de abril.
Con información de Once Noticias