BBC News.- Muchos lo consideran el fanático número 1 de la Selección Mexicana de fútbol, pero él se define solo como “un fiel seguidor” del Tri.
Héctor “Caramelo” Chávez bien podría ser acreedor del primer título.
Y es que desde hace casi cuatro décadas no se ha perdido ningún juego de la selección. Ya sean partidos amistosos, competencias regionales de Concacaf o campeonatos internacionales como la Copa del Mundo, “Caramelo” ha estado ahí.
“Desde 1986 hasta la fecha”, dice con orgullo a BBC Mundo.
Sentado en una sala del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, listo para viajar a su décimo Mundial, “Caramelo” cuenta que llega a Qatar 2022 con 379 partidos vistos desde la tribuna.
A pesar de haber presenciado cientos de juegos del Tri, a él un nuevo Mundial lo mueve como el primero.
“Cada Mundial es diferente. Se juega a diferentes latitudes, cuanto más ahora en Qatar, donde es diferente a las competencias europeas y latinoamericanas. Pero siento mucha emoción, porque es un Mundial muy único”, señala.
Aunque andar al lado del Tri ha sido casi “motivo de divorcio”, dice que su familia ha sido parte central en la realización de su sueño.
“Algún día”
“Caramelo” Chávez hoy es un empresario inmobiliario de 59 años, oriundo del estado de Chihuahua, en el norte de México.
Pero su amor por la Selección Mexicana viene de cuando era niño.
“Cuando yo tenía 8 años vi a mi papá en televisión en el Mundial de México 1970. Lo enfocaron las cámaras y dije ‘algún día me gustaría estar en un Mundial y salir en la tele’. Desde ahí tuve esa obsesión por ir al Mundial”, recuerda.
Al graduarse de la universidad, su padre le dio dos opciones como regalo: el viaje a Europa con sus compañeros de la escuela, o asistir a la Copa del Mundo de México 1986.
“No lo pensé dos veces, le dije ‘me voy contigo al Mundial'”, dice. Incluso asistió a Italia 1990, un Mundial en el que México no participó por una sanción de la FIFA.
Pero muchos mexicanos sí fueron, porque los aficionados del Tri aman la fiesta mundialista.
“El mexicano es muy querido en todo el mundo. Es nuestro mejor pasaporte. Los otros se asombran por que aunque México gane, empate o pierda, siempre traemos la fiesta. Con los extranjeros somos muy benevolentes y eso lo aprecian mucho”, dice con orgullo.
Qatar no es territorio desconocido para este aficionado, pues ha estado ya en cuatro ocasiones en el país, pero la experiencia será inédita: los estadios se encuentran en la ciudad de Doha y sus alrededores.
“Vamos a estar 32 aficiones en un mismo lugar. Va a ser una fiesta inolvidable, porque si el día de hoy quieres echar relajo [hacer fiesta] con los otros participantes, vamos a coincidir en los mismos lugares. Eso es lo que lo hace muy emocionante y único además”, destaca “Caramelo”.
Los partidos más memorables
La obsesión de México en los Mundiales ha sido trascender más allá de octavos de final. Alcanzar el ansiado “quinto partido” mundialista -los cuartos de final- es algo que el Tri solo ha conseguido como local (1970, 1986).
“Caramelo” lo vivió en México 1986 y desde entonces ha visto algunas actuaciones memorables de la Selección Mexicana en los mundiales, aunque no haya llegado todavía otro “quinto partido”.
Su juego mundialista favorito ha sido el triunfo de México contra Alemania (1-0) en Rusia 2018, cuando el gol de Hirving Lozano “hizo soñar a más de 120 millones de mexicanos”, recuerda.
“Se me salían las lágrimas y el festejo duró no varias horas, sino varios días”, cuenta.
Otros de sus partidos más memorables han sido la medalla de oro de México en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, o los dos campeonatos mundiales sub-17 que han ganado los jóvenes mexicanos (2005, 2009).
Pero también recuerda un partido muy doloroso: México cayó 2-0 ante Estados Unidos, el odiado rival de Concacaf, en los cuartos de final de Corea-Japón 2002.
“Nos hizo objeto de burlas, ‘2-0, 2-0’. No pude salir de la habitación del hotel por dos días”, lamenta “Caramelo”.
Aun así, estar presente en esos partidos y otros en los que se ha escrito la historia de la Selección Mexicana han llenado de satisfacción este super fan.
“Esas experiencias son por las que dices ‘caray, ha valido la pena'”.