Culiacán, Sin.- En el marco de los festejos de los 50 años de la fundación de la Dirección de Investigación y Fomento de Cultura Regional -DIFOCUR, hoy ISIC- la Compañía Folclórica Sinaloense, representativa del Gobierno del Estado, se presentó en el Teatro Pablo de Villavicencio con el gustado espectáculo Sinaloa, tierra fértil de danzantes.
Apoyado con imágenes en pantalla, el programa abrió con un homenaje a nuestras raíces yoremes con la coreografía Fiesta de Semana Santa, en San Miguel Zapotitlán, Ahome, Sinaloa, recreó una de las fiestas más sagradas para los indios mayos del norte de Sinaloa con las escenas Domingo de ramos, Miércoles de tinieblas, Encuentro de los santos, Bajo la ramada, son de arpa y tambor El coyote, Son de flauta y tambor La paloma, son de venado El coyotito, para cerrar con Alabanza de despedida.
Durante la presentación se recordaron los orígenes de la compañía en 1983, bajo la guía del maestro Rubén Ascárrega, y se hizo mención de los pioneros e impulsores de la danza folclórica en Sinaloa.
Luego, retomó Sones de tambora, de la maestra Livia Manjarrez Garay, con temas como El Sauce y la palma, La guacamaya, Brisas de Mocorito, La Pava, la Loba del mal y El Coyote, al son de la música de viento sinaloense y portando las mujeres el clásico vestuario de la flor de amapa.
Y una boda popular, con el título Boda de pueblo en el norte de Sinaloa, de Rubén Azcárrega, con adaptación de Olimpia Chávez y Yahir Padilla, en la que se recrea una boda desde la mañana, con los preparativos de la fiesta, y la colocación del ajuar a la novia al son de La India bonita, y luego la fiesta con Mi gusto es, el vals Alejandra, y luego el bailongo al son de El palo verde, El niño perdido, El tecolotito, y el infaltable Matarile, El toro viejo, para cerrar con El sinaloense.
De Olimpia Chávez y Yahir Padilla, Alegoría Del Mar, que da vida a la alegría de la vida en la costa de Sinaloa, la pesca, la agricultura, y que se bailó con un popurrí con las piezas Arriba mi Sinaloa, El costeño, De Mazatlán a Acaponeta, El camarón pelao y El toro mambo.
Por último, los dos grandes carnavales de nuestro estado, Carnaval de Guamúchil, vistosa coreografía del guamuchilense Alfredo Cuadras Montoya, al son de temas bailables de tambora como Cinco de chicle, La cruda, Satanás, Días felices y Mundo engañoso, y en la que el centro de la fiesta son las reinas de carnaval, las mascaradas y el gozo de vivir propio de la región del Évora.
Cerraron con Mazatlán, en Fiesta de Carnaval “Comparsas”, de Olimpia Chávez y Yahir Padilla, también con la vistosidad deslumbrante de las reinas, el confeti, las luces, el sonido, y la música de Los papaquis, Manicero, Mambo No. 5, El pato asado, El ahualulco, El gallito y el foxtrot Tecateando, para darle vuelo a la hilacha entre el júbilo de los presentes.