Desde que nacemos es importante prestar atención a los pies para que adquieran la forma, posición y estructuras que permitan conservar una marcha correcta.
Culiacán, Sinaloa | Desde que nacemos hacia los primeros tres meses de vida, nuestro pie es un pie plano, con el tiempo y la estimulación temprana nos va a permitir obtener la madurez de las estructuras óseas, tendones y músculos para dar forma y estabilidad a la estructura del pie.
Gilberto Morelos Martínez, médico especialista en traumatología y ortopedia y coordinador auxiliar de segundo nivel del Instituto Mexicano del Seguro Social, explica que el calzado es una clave importante que nos permite guardar seguridad a la estructura del pie para evitar algunas lesiones que podamos tener, sirve como un equipamiento de amortiguación para evitar impactos sobre las estructuras óseas que puedan desarrollar algún tipo de alteración o lesiones en las piernas, así también, sirve para mantener un equilibrio y seguridad en la marcha para tener una adecuada locomoción o traslado.
“Si el pie no tiene un equilibrio correcto la rodilla lo compensa, si la rodilla no carga de una forma correcta la cadera lo compensa, y la última estructura que produce una alteración funcional sería nuestra columna y esto conlleva a una serie de alteraciones biomecánicas que en corto tiempo van a conducir a una lesión, es decir, a un dolor, a un desgaste, a una deformidad, es por ello que el calzado lo debemos considerar de una forma fundamental”.
El especialista comentó que, al elegir calzado, en cuanto al tamaño, se debe prestar atención que no sea tan grande ni tan reducido porque esto va a propiciar deformidades.
“Esto va a provocar unas deformidades debido a la compresión de las articulaciones hasta llegar a deformar las estructuras de los dedos y evolucionar a callosidades, así como también si uso un calzado demasiado grande, el juego que pueda tener nuestro pie va a propiciar lesiones cutáneas, engrosamientos y factibilidad de lesiones de los tendones como puede ser contusiones, esguinces o luxaciones”.
Morelos Martínez agregó que, con la modernidad y la tecnología, además de las necesidades del ser humano, se han modificado las tendencias referentes al uso del calzado, hoy en día las podemos elegir entre diferentes tipos de calzados que nos ayudan a preservar la integridad de nuestro pie en actividades de mayor humedad y aquellas que implican mayor lesión, en las minerías, por ejemplo, si existe el riesgo de lastimarnos es recomendable calzado medio número más grande con un casquillo.
En el ámbito deportivo debemos elegir calzado cómodo, flexible, que tenga estr ucturas adecuadas a nuestro pie y ventilatorias a la humedad, que los materiales no produzcan lesiones cutáneas o deformidad por una rigidez de la estructura del mismo.
“Por la modernidad, el género femenino tiende a la deformidad mucho más rápido en sus pies por el tipo de calzado, la moda, y la estética que mantienen, es por ello que los invito a siempre tener en condición el tipo de calzado, que sea cómodo, flexible, que sea de buena distribución para las estructuras óseas de nuestro pie y por ende funcionales”.
Con la evolución del ser humano nos vamos adaptando a toda esta serie de procesos como es el intento de gatear, tener una marcha insegura y posteriormente una marcha definitiva, en cada una de esas etapas los zapatos figuran como un elemento primordial de protección, comodidad y moda. Y tú, ¿qué zapatos prefieres?
