En cada promontorio, en cada playa curva, en cada grano de arena, está la historia de la Tierra. Los primeros registros escritos sobre los océanos, las mareas, las corrientes o el oleaje se remontan a la antigua Grecia con Aristóteles, Pitias y Estrabón.
En la actualidad contamos con el método científico, el auge de la inteligencia artificial de los instrumentos a distancia y un sinfín de herramientas tecnológicas que nos permiten explorar zonas muy extremas.
Pero, ¿qué es la oceanografía?
“Significa que nos dedicamos a estudiar las características físicas del mar, es decir, las corrientes, los movimientos de agua, así como la temperatura y la salinidad en toda la columna de agua que se comporta de forma diferente”, explicó Gabriela Athie de Velasco, Investigadora del Instituto de Ciencias Marinas y Pesquerías de la Universidad Veracruzana.
Aproximadamente 97% del agua del planeta está en sus océanos, por lo que el estudio de las condiciones de los procesos físicos en el interior de los océanos nos da un panorama de cómo se ha afectado a diferentes especies dentro y fuera de mares y ríos.
Los estudios prevén aumentos del nivel del mar, afectación del norte, fisuradas en el tan mencionado cambio climático.
“Estoy haciendo el doctorado enfocado en oceanografía física. La parte de las urgencias de Yucatán es esto, pues es muy importante para la región porque es un fenómeno físico biológico. Se origina por la corriente en la zona de Yucatán, que es una corriente muy intensa y al final va a traer agua fría y rica en nutrientes para la zona de Yucatán. Y va a ser muy importante para las pesquerías, principalmente de la región”, declaró Tania Angélica Reyes Jiménez, estudiante del Doctorado en Ecología y Pesquerías del Instituto de Ciencias Marinas y Pesquerías de la Universidad Veracruzana.
Adaline Chevez Manzo, Estudiante de la Maestría en Ecología y Pesquerías del Instituto de Ciencias Marinas y Pesquerías de la Universidad Veracruzana, platicó sobre su proyecto:
“Mi proyecto de investigación consiste en analizar la temperatura superficial del mar durante 30 años y a la vez la concentración de la clorofila y de esta manera vincularla indirectamente con las aves marinas ¿Por qué digo indirectamente? Precisamente porque la temperatura superficial del mar o la concentración nos pueden dar una idea de cómo puede cambiar la población de las aves marinas”.
Si los océanos de la Tierra murieran, sería el temible fin de la humanidad y los animales.
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