Lo que comemos no solo determina nuestra calidad de vida física, sino también tiene un impacto profundo en nuestra salud mental. Investigaciones recientes han demostrado que el microbioma intestinal, esa comunidad de bacterias que vive en simbiosis con nosotros, juega un papel clave al interactuar directamente con el cerebro mediante mecanismos endocrinólogos, neurológicos e inmunológicos.
Un estudio publicado en 2023 en el World Journal of Psychiatry exploró esta relación en pacientes con esquizofrenia, un trastorno mental altamente incapacitante según la Clasificación Internacional de Enfermedades, 11º Revisión. Los estudios revelaron diferencias significativas en el microbioma intestinal entre pacientes con deterioro cognitivo avanzado y aquellos que no lo tienen, sugiriendo que los desequilibrios en estas bacterias podrían agravar la enfermedad.
este hallazgo refuerza la importancia de entender al ser humano como un ecosistema interconectado con sus bacterias, tanto internas como externas. Más allá de las funciones intestinales, el microbioma se perfila como un importante actor en nuestra salud mental y emocional. Aunque aún quedan muchas preguntas por responder, este campo de estudio subraya una verdad fascinante: al conocer nuestro microbioma, nos conocemos mejor a nosotros mismos.
Con información de Agronoticias