Culiacán, Sinaloa.- Seria… está sentada en una silla, Se le ha pedido contar su historia… lo piensa unos minutos; el movimiento de sus manos, evidencia que no le es fácil recordar, no por falta de memoria, sino por lo que implicó enfrentar la noticia.
La peor noticia de su vida llega en el mes más bello. Un acto rutinario durante el baño siembra la duda… duda que al paso de los días se convierte en dolorosa certeza…
Dulce… es su mirada y su voz… también su nombre. Pero no ahora sus recuerdos de corto plazo. Narra que “mi mundo se derrumbó, mi vida cambió drásticamente, pero me motivó el que siempre he tenido el apoyo de mis padres, mis hermanos, especialmente de mi esposo, que nunca me ha dejado sola”…
Originaria del Campo Pesquero de La Reforma, Angostura, Dulce fue diagnosticada con cáncer de mama etapa 1, diagnóstico que nunca la desmotivó, por el contrario, dice que “después de esta enfermedad, he recibido una bendición tras otra”, lo que la mantiene de pie y motiva a seguir luchando cada día para “poder tocar la campana”.
El pasado primero de agosto enfrentó su primera cirugía. Con voz pausada y entre cortada, la mirada nublada por la emoción, Dulce recuerda que tuvo miedo, la incertidumbre por un momento la hizo vacilar pero nunca disminuyeron las ganas de seguir luchando gracias a que al entrar al Instituto Sinaloense de Cancerología sintió “confianza, cariño desde el primer día, todos son muy buenos, muy amables, uno viene destrozado, pero, aquí desde que haces tu cita, los trabajadores sociales y los médicos, todos, son muy amables, llegamos al lugar indicado aquí, al Instituto Sinaloense de Cancerología”.
Al seguir el tratamiento, Dulce no pudo evitar los efectos colaterales ya que perdió su cabello; inicialmente pensó en cortárselo un poco, pero luego tuvo que tomar la difícil decisión de rapárselo… verse con una nueva apariencia no la desmotivó y decidió bordarse unos turbantes para utilizar en su día a día.
Ella se encuentra fuerte, luchando en compañía de su esposo, hijos y padres, ella comenta que esta enfermedad cambió por completo su manera de ver la vida, ahora disfruta cada minuto y valora todo aquello que la rodea, que este es sólo el inicio de esta batalla y que el cáncer no la va a vencer ¡nada la va a detener de tocar esa campana!
Dulce invita a todas las mujeres que estén pasando por esta enfermedad a que no se den por vencidas “nunca piensen -me voy a morir-, al contrario, debemos sentirnos más vivas que nunca, debemos echarle todas las ganas, tener actitud, salir adelante, la actitud positiva es la que nos debe mover, somos mujeres, no nos rendimos fácilmente y ¡vamos a ganar esta lucha!”.