Un cúmulo de rocas sorprendentemente claras, dispersas como huellas de un pasado enigmático sobre el manto polvoriento de Marte, ha reavivado una de las grandes interrogantes planetarias: ¿fue el ahora árido planeta rojo, en algún momento de su historia remota, un mundo de océanos azules y climas templados?
Estas piedras pálidas captaron la atención del róver Perseverance de la NASA desde su primer día en suelo marciano en 2021. Sin embargo, entre la agitación inicial y las prioridades de la misión, pasaron desapercibidas para los científicos, quienes dejaron momentáneamente a un lado estos peculiares hallazgos.
A medida que el róver continuaba su travesía por el planeta rojo, estas misteriosas rocas aparecían con desconcertante frecuencia. Los investigadores han documentado más de 4.000 ejemplares diseminados por el paisaje, destacando como anomalías visuales en el característico panorama rojizo de Marte. Su presencia insistente y su inusual tonalidad terminaron por despertar la curiosidad científica.
“Estas rocas son muy diferentes de cualquier cosa que hayamos visto antes en Marte. Son enigmas”, explicó Roger Wiens, profesor de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias de la Universidad de Purdue y coautor del estudio publicado en la revista Communications Earth & Environment.
Descubrimiento inesperado: rocas pálidas en el suelo marciano
Utilizando el láser de la SuperCam, el instrumento que forma la “cabeza” del róver, el equipo realizó un análisis detallado de estas rocas. El resultado fue sorprendente, revelando que contienen altos niveles de aluminio asociados a un mineral llamado caolinita, junto con espinela. Lo más intrigante es que la caolinita solo se forma en condiciones muy específicas.
“En la Tierra, estos minerales se forman donde hay precipitaciones intensas y un clima cálido o en sistemas hidrotermales como las aguas termales. Ambos entornos son condiciones ideales para la vida tal y como la conocemos”, detalla Wiens en un comunicado de la Universidad de Purdue. “Estos minerales son lo que queda cuando la roca ha estado en agua corriente durante eones”, añade.

El Dr. Sean McMahon, astrobiólogo de la Universidad de Edimburgo no involucrado en el estudio, explicó a Newsweek que la caolinita, conocida en la Tierra como la “arcilla china” utilizada en cerámica, se forma cuando el agua líquida descompone rocas antiguas, dejando un residuo rico en aluminio. Además, señala que estos sedimentos son excelentes para preservar moléculas orgánicas, lo que los hace particularmente interesantes en la búsqueda de señales de vida antigua.
“Rocas flotantes” de Marte
El misterio ahora es determinar el origen exacto de estas rocas. Los científicos las llaman “rocas flotantes” porque no están conectadas al lecho rocoso local, lo que significa que fueron transportadas desde otro lugar. Las imágenes satelitales han identificado rocas ricas en caolinita en el borde del cráter Jezero, donde Perseverance continúa su exploración actualmente.
Este hallazgo también arroja luz sobre uno de los grandes misterios marcianos: el destino del agua del planeta. “Las grandes preguntas sobre Marte se refieren al agua”, afirma Wiens. “¿Cuánta agua había? ¿Durante cuánto tiempo hubo agua? Teniendo en cuenta lo frío y seco que es Marte ahora, ¿adónde fue a parar toda esa agua?”.
Una posible respuesta es que el agua no ha desaparecido completamente. “Como mineral, la caolinita tiene mucha agua ligada a su estructura. Es posible que gran parte del agua siga allí, en Marte, ligada a los minerales”, sugiere el investigador.
Este descubrimiento constituye un paso más en la apasionante búsqueda de respuestas sobre el pasado de Marte y la posibilidad de que alguna vez albergara vida. Como concluye Wiens: “Nuestra confirmación de la existencia de rocas de caolinita en Marte es una prueba más de que nuestro planeta hermano tenía un clima muy adecuado en el que podría haber existido vida microbiana. Justifica nuestra búsqueda de vida antigua en el planeta rojo”.
Información: DW